Septiembre, qué gran mes. Vuelve el otoño con sus temperaturas más llevaderas, el reencuentro con los compañeros, las ganas de empezar nuevas cosas... ¡y vuelve Glee! Lo cierto es que, a diferencia de otras series, Glee tiene algo que nos ha hecho menos dura la espera: sus canciones. Parece una tontería, pero escuchar "Don’t stop believing" en la piscina, o ir en el metro oyendo "True Colours" ha ayudado mucho a no echar tanto de menos un nuevo capítulo. Aunque ojo, eso no quita las ganas de ver más Glee, al contrario, te recuerda que a la vuelta de las vacaciones estarán Will y compañía esperándote con nuevas grandes historias. Aquí comienza la segunda temporada de Glee, y el primer episodio nos promete un interesante curso en el McKinley...
Audition. Un sinónimo de comienzo. Como ya ocurrió en Hell-O, hemos asistido a un reseteo completo de las tramas. Rachel y Finn vuelven a estar juntos, Sue y Will se llevan bien, Quinn luce de nuevo su traje de animadora... O sea, que no nos vamos a aburrir. Lo que me ha parecido genial ha sido el inicio del episodio, con el insufrible Jacob entrevistando a todos los miembros del Glee Club y haciéndonos un resumen de lo que ha sido el verano de los protagonistas. ¿Y qué sería de Glee sin los lanzamientos de, llamémosle, granizado? Kurt, el blanco perfecto.
Vamos a ir por partes, como siempre. Empecemos con lo más relevante, la necesidad de reclutar nuevos miembros para New Directions. Con la despedida de Matt, el club se queda con once cantantes, así que tienen que conseguir a más gente. Pero la convocatoria es todo un fracaso, porque el instituto sigue viendo a los chicos del coro como unos frikis perdedores. Y ahí está Rachel convenciendo a sus compañeros de que tienen que aumentar de número. Para demostrar a todos que el Glee Club mola, actúan en el recreo, pero los demás, como quien ve llover, ni puñetero caso. Todos excepto Sunshine y Sam, dos alumnos nuevos.
Por un lado, Finn habla con labios carnosos Sam y le convence para que se presente a la audición. La verdad, el chico canta muy bien, y tiene una imagen muy angelical. Puck, como siempre, aprovecha para meterse con su boca, aunque más bien podría meterse entero en su boca (sí, es un chiste malísimo, pero es que no he podido evitarlo). Tras la bronca de Beiste a Finn, Sam decide alejarse del Glee Club y quedarse cómodamente con el puesto de quaterback. Volverá, todos lo sabemos.
Por otra parte, Rachel se acerca a Sunshine Corazón (los guionistas se debatían entre este nombre o "Rosita-Love Sweetheart", pero en Filipinas no se llevan los nombres compuestos. En serio, ¡qué nombre más cursi le han puesto!), pero cuando la escucha cantar, se hace caquita encima y ve su puesto de líder amenazado. Por eso, intenta quitarse de en medio a la alumna de intercambio, sin éxito, porque finalmente Sunshine hace la audición, y muy bien por cierto, menudo vozarrón. Por desgracia, Sue, vengándose de Will, llama a VA y el nuevo director-portero de discoteca se lleva a sus filas a Sunshine, que está aterrorizada por culpa de Rachel.
Ay, Rachel, que bajo has caído. Yo pensaba que después del año que pasó, sería un poco más humilde y pensaría más en los demás y menos en ella, pero no, nuestra estrella se quiere demasiado a sí misma. Lo bueno, que siempre acaba reconociendo sus errores y que en esos momentos de drama nos regala actuaciones musicales maravillosas. Suerte que tiene a Finn a su lado, y por favor, que no empiecen a marearnos con que ahora nos separamos, ahora nos queremos de nuevo, porque necesitamos un descanso.
Vamos ahora con la entrada de la nueva entrenadora del equipo de fútbol, Shannon Beiste, B-E-I-S-T-E, es francés. ¡Menudo morlaco de mujer! La verdad, impone muchísimo, da hasta miedo. El caso es que los presupuestos de Sue y Will se ven afectados por la remodelación del equipo de fútbol, y eso es algo que ellos no pueden permitir. Así que, por primera vez, Sue y Will unen fuerzas para derrotar a su nueva enemiga. Me ha gustado ver a estos dos confabulando juntos, aunque se han pasado mucho con la pobre entrenadora, que en realidad es una persona muy sensible. Lo de la falsa acusación de abuso por parte de Brittany, buenísimo, con esa muñeca de trapo, que parecía un utensilio de voodoo.
Menos mal que Will ha rectificado y ha acabado poniéndose del lado de Beiste, enfrentándose nuevamente a su archienemiga Sue. Sylvester se ha enfurecido, como era de esperar, y por eso ha hecho que Sunshine acabe en VA. Lo de las galletas con excrementos de perro... mira... no debería sorprenderme ya a estas alturas de las ideas descabelladas de Sue, pero es que se ha superado a ella misma. Y hablando de Sue, ha tenido unas intensas jornadas de audiciones también. Primero, se presenta la gran-diosa Quinn, queriendo recuperar su puesto de animadora, y dando argumentos contundentes de por qué debería volver. Esta chica, cuando se pone, negocia que da gusto. Después, Finn también se ha presentado, mostrando al mundo lo buen bailarín que es (ejem, ejem). ¡Qué risa Becky haciendo comentarios al estilo Sue! Pero volvamos al tema de Quinn. Sue, al enterarse de que Santana se ha operado el pecho, la relega a base de la pirámide y vuelve a poner a Quinn como jefa de animadoras. ¿Y qué consecuencias ha tenido esto? Pues una pelea de gatas en los pasillos, a tirón de pelo y cachetada limpia. Veremos si Quinn, al volver a las animadoras, no vuelve a ser la manipuladora doña perfecta de comienzos de la primera temporada. Espero que no...
Lo único que nos queda por comentar es la trama de Artie y los asians. Vamos a ver, después de todo lo ocurrido en la anterior temporada, ¿cómo se le ocurre a Tina cambiar a Artie por Mike? No tengo nada en contra de él, pero me parece fatal este cambio, y confío en que duren dos capítulos y luego todo vuelva a la normalidad. El pobre Artie está desolado, y encima Tina le compara con Mike... qué poca sensibilidad. Pues bien, el cantante sobre ruedas decide unirse al equipo de fútbol para atraer la atención de su ex, y Finn le ayuda. Por mucha integración que se quiera hacer, lo que no puede ser, no puede ser, y era una locura pensar que Artie podía jugar al fútbol como los demás. Le doy toda la razón a Beiste cuando le recrimina a Finn que apoye a Artie haciendo que ella parezca un monstruo insensible al decirle al chico que no puede jugar al fútbol. La peor parte de eso se la lleva Finn, que es expulsado del equipo.
En fin, el capítulo ha estado interesante, ha sido una buena toma de contacto con la segunda temporada, y estoy seguro de que esto irá en aumento, así que preparaos para los siguientes episodios. Los nuevos personajes me han gustado bastante. Sunshine, una voz increíble y una gran rival para eclipsar a Rachel, aunque si se queda en VA, un gran obstáculo. Sam, un chico majo, dulce, con una voz destacable y un carisma latente al que se le puede sacar mucho partido. Y Beiste, qué decir, me parece un poco como la Bestia de "La Bella y La ídem", ruda e imponente por fuera, pero con un gran corazón en el interior. Me parece hasta entrañable.
Vamos con las mejores frases del capítulo. No hace falta que diga que podéis añadir las que se me hayan pasado por alto, ¿no?
- "Rachel is a controllist" (Rachel es lo que se llamaría… una controlista, Finn)
"I’m controlling. Controllist isn’t a word" (Soy una controladora. Controlista no es una palabra, Rachel) - "First of all, a female football coach is like a male nurse… sin against nature" (Primero de todo, una mujer entrenadora de fútbol es como un hombre enfermero… un pecado contra la naturaleza, Sue)
- "Oh, you don’t sneak english. You like me sing! You like me sing very much!" (Oh, no hablas inglés. ¡Te gusta como canto! ¡Te gusta mucho como canto!, Rachel)
- "Dude, your mouth is huge. How many tennis balls can you fit in there?" (Tío, tu boca es enorme. ¿Cuántas pelotas de tenis te caben dentro?, Puck)
"I don’t know. I’ve never had any balls in my mouth. Did you?" (No lo sé. Nunca he tenido ninguna pelota en mi boca. ¿Tú sí?, Sam) - "Oh, and.. Boobs MacGee? You’re demoted to the bottom of of the pyramid, so when it collapses, your exploding sandbags will protect the squad from injury" (Ah, y…¿Pechos McGee? Estás degradada a la parte más baja de la pirámide, para que cuando caiga, tus sacos de arena exploten y protejan al equipo de herirse, Sue)
- "I made it up. Coach Beiste didn’t touch my boobs. Actually, I really want to touch her boobs" (Me lo inventé. La entrenadora Beiste no tocó mis pechos. En realidad, yo quería tocar sus pechos, Brittany)
EL BRITTANAZO DE LA SEMANA:
- "People thought I went on vacation, but actually I spent the summer lost in the sewers" (La gente piensa que me fui de vacaciones, pero en realidad pasé el verano perdida en las alcantarillas)
Review Glee: Britney/Brittany
Los capítulos homenaje, la verdad, es que me gustan bastante. Primero lo hicieron con Madonna, después con Lady Gaga, aunque a menor nivel, y ahora lo han vuelto a hacer, a lo grande, con Britney Spears. Después de muchas polémicas (recordemos que Mathew Morrison, que interpreta a Will, no habló muy bien de Britney), por fin ha llegado el episodio que muchos esperábamos, y a mí, por lo menos, no me ha defraudado nada. Primero, porque las canciones escogidas son perfectas, y segundo, porque ya era hora de que nuestra querida Brittany tomara el control de un capítulo y nos brindara la oportunidad de oírla cantar. Y a vosotros, ¿qué os ha parecido Britney/Brittany?
Todo comienza cuando Kurt propone a la Princesa del Pop para la Asamblea de comienzo de curso, secundado por cinco peticiones en facebook. Will se niega completamente, pues quiere que sus chicos canten algo de música adulta, y no ve en Britney un modelo a seguir. Brittany no quiere ni oír hablar de la cantante, y nos desvela que se llama igual que ella, bueno, rebuscando un poco la coincidencia. El caso es que todos tienen en su mente a la Spears, y la visita de Carl, el dentista que ha robado el corazón de Emma, hace que se produzcan varios fenómenos.
Primero Brittany, que tiene los dientes a un paso de ser como los del Risitas. Por culpa de la anestesia, tiene una fantasía en la que canta y baila como Britney Spears, o como dice ella misma, incluso mejor. Claro, le cuenta lo sucedido a Santana, y juntas vuelven al dentista para tener otra alucinación. La fantasía conjunta es buenísima, y Britney Spears en persona se le aparece a Brittany. Esto hace que la animadora se venga arriba y se dé cuenta de que tiene mucho talento, así que exige cantar todos los solos en el Glee Club. Bien por Brittany, que se imponga un poco a los demás.
Después, Rachel, otra afectada por problemas dentales, tiene su momento Britney, y nos regala un gran número musical, en el que me he meado de la risa al comprobar que las caras que pone Rachel cantando "Baby, one more time" son exactamente las mismas que pone Britney. ¡Qué gran actriz que es Lea! El sueño también cambia la mentalidad de Rachel, y se planta en el instituto ataviada al estilo lolita de Britney, causando estragos entre el público masculino. Esto despierta los celos de Finn, con el que está pasando una pequeña crisis. El antiguo quaterback se siente un perdedor, y Rachel está encantada, porque así se asegura que lo único bueno que le queda a su novio es ella, y así no podrá perderle. Pero Finn quiere volver al equipo, a pesar de las amenazas de Rachel. Como él dijo en el anterior capítulo, Rachel es una controladora. Hay veces que me pone de los nervios, siendo así de repelente, de poco tolerante y de manipuladora. Pero luego arregla sus errores, nos canta un par de solos, y vuelvo a quererla.
Por último, es Artie el que tiene una fantasía provocada por la anestesia de Carl. En su actuación, forma parte del equipo de fútbol y le dice a Tina que es más fuerte que ayer y que encontrará su camino. Y como no, Artie vuelve a insistir para que la entrenadora Beiste le deje entrar en el equipo. Sorprendentemente, la entrenadora no sólo lo acepta, sino que readmite a Finn. Veremos qué consecuencias trae esta decisión, porque no creo que la cosa acabe ahí. Pero bueno, por el momento Artie ha conseguido lo que quería, y habrá que comprobar si esto funciona y recupera a Tina, que es el objetivo real.
Hablemos ahora de Will. El profesor se enfrenta a dos frentes en este episodio. Por un lado, con sus chicos, y sobretodo, con Kurt, al que niega la posibilidad de interpretar temas de Britney Spears, hasta tal punto, que en una mala contestación del corista, Will le manda al despacho del director. Un inciso: Kurt cada vez viste una ropa más femenina y extravagante, espero que no termine pintándose los labios. Ojo, que por mí perfecto, pero sería exagerar demasiado. El tema Britney está enlazado con el otro problema de Will: Emma y su nueva relación con Carl. El dentista no está dispuesto a dejar escapar a su novia, y Will no está dispuesto a perderla para siempre. En una charla entre ambos, Carl le dice a Will que se suelte, que no sea tan rutinario y tan tenso siempre. Así que el profesor, que ya ha oído lo mismo de boca de Emma y de Kurt, decide liberarse y se compra un coche como el de Carl. La estrategia le sale fatal, pues no solo Emma no queda maravillada, sino que Terri hace acto de presencia para hundir un poco más a Will. ¿En serio que esta mujer sigue viva? Es un personaje regular, pero para lo que aparece no debería estar ni en los créditos. Lo único que espero es que Will no vuelva con ella, porque vaya retroceso haríamos.
La última locura de Will es cantar junto a sus alumnos "Toxic", sabiendo de antemano que esto acarreará un escándalo y que Sue le hará la vida imposible. Pero después del resultado, Emma habla con él y le hace entrar en razón. No hacía falta que perdiera su personalidad, sino que se relajara un poco. Así que Will devuelve el coche y vuelve a estar tranquilito, como al principio. Bueno, tranquilo del todo no, porque Sue le amenaza con llevarle a los tribunales tras el incidente en la Asamblea. Ella se olía que el Glee Club estaba preparando un número de Britney Spears, y tras pillar al repugnante de Jacob desnudo fantaseando con Rachel vestida de Britney, está en alerta roja, ya que piensa que la cantante es un muy mal ejemplo y que llevaría a los alumnos del McKinley a adoptar actitudes inaceptables. Por eso, cuando ve a actuación del coro, y al público enloquecido (una escena muy buena), hace saltar la alarma y todos huyen despavoridos, golpeándola a ella misma.
Y no ha pasado mucho más en este capítulo, porque todas las tramas se han visto afectadas por las actuaciones dedicadas a Britney Spears. Ha sido un capítulo de esos que no avanza mucho en la historia, pero que nos deja grandes canciones y muchos momentos de risa. A mí me parece bien, porque siempre viene bien un episodio que simplemente te entretenga. Los mejores momentos, cada vez que intervenía Brittany para decir una de sus maravillosas frases, que en este capítulo han sido muchas. Y bueno, las recreaciones de los videoclips de Britney han sido muy bien elaboradas, me ha gustado mucho ver a Brittany bailando con los trajes más emblematicos de Britney. Y antes de que se me olvide. Por un momento, he pensado que Quinn volvía a las andadas y que el vestido de animadora se le había subido a la cabeza, pero no, su intento de ligar con Finn era una estrategia de Rachel para comprobar si él la quiere de verdad. Osea que mi querida Quinn sigue siendo una buena persona, menos mal. Eso sí, ¡que le den más protagonismo, que Santana y Brittany tienen más tramas que ella!
Otra cosa a comentar es el cameo de la propia Britney Spears. Es la única de las homenajeadas de Glee que ha aparecido en un capítulo, y aunque su papel ha sido muy muy cortito, me ha gustado verla vestida de animadora y hablando con los chicos, enamorando a Brittany y animando a Artie. No voy a entrar en el debate de si Britney está acabada, es un desecho social o es una de las mejores cantantes pop del mundo, pero lo cierto es que sus canciones son parte de la historia de la música, y todo lo que toca se convierte en oro. A mí, personalmente, me encanta la música de Britney, y estoy muy contento de que Glee le haya rendido homenaje, porque se lo merece.
Ponerse a elegir las mejores frases de Britney/Brittany no es tarea fácil, porque ha sido un capítulo en el que Brittany nos ha dado lo mejor de ella misma, pero bueno, no me excederé y pondré una representación de todo lo que ha dicho.
"I don’t brsuh my teeth. I rinse my mouth out with soda after I eat. I was pretty sure Dr. Pepper was a dentist " (No me cepillo los dientes. Me enjuago la boca con soda después de comer. Estaba bastante segura de que el Dr. Pepper era un dentista, Brittany)
"Are you a cat? " (¿Eres un gato?, Brittany)
"How do you feel about me not being on the football team anymore? "(¿Cómo te sientes al no estar yo nunca más en el equipo de fútbol?, Finn)
"I’m actually kind of happy about it. That I don’t have to fantasize about what song I’d singa t your bedside if you were in a coma" (Realmente estoy contenta por ello. Que no tengo que fantasear sobre qué canción cantaría junto a tu cama si estuvieras en coma, Rachel)
"I would just like to say that from now on, I demand to have every solo in Glee Club" (Me gustaría solamente decir que desde ahora, exijo tener todos los solos en el Glee Club, Brittany)
"Geez! Let loose a little, would you? Stop being so frickin’ uptight all the time! " ( ¡Caray! Suéltate un poco, ¿quieres? ¡Para de ser tan malditamente tenso todo el tiempo!, Kurt)
El Brittanazo de la semana:
"This room looks like the one on that spaceship where I got probed" (Esta habitación se parece a la de esa nave espacial donde fui examinada)
Review Glee: Grilled Cheesus
Tras el huracán Britney llegó un diluvio de espiritualidad. Pasamos de la provocación a las oraciones, y de las canciones más potentes de la rubia a un conjunto de canciones profundas y lentas. Esto es Glee, de la euforia al drama en un instante. En el tercer episodio de la temporada hemos tenido mucho debate religioso, mucha emotividad y muchas actuaciones, y sobre todo, hemos tenido a un Kurt memorable. Y está comprobado, episodio protagonizado por Kurt, episodio que mejora su calidad. ¿Lo comentamos?
Hablar de Dios es meterse en camisa de once varas, así que dejemos a un lado debates religiosos, cada uno puede creer en lo que quiera. En realidad, ese ha sido el mensaje de fondo de Grilled Cheesus, un capítulo que ha mezclado algunos momentos de humor con una trama bastante triste. Si os parece, vamos primero con la historia triste, la protagonizada por Kurt y su padre Burt. Antes de nada, ¿no estaban viviendo Finn y su madre en casa de los Hummel? O no me enteré cuándo dejó de ser así o los guionistas se han pasado ese detalle por alto.
Bueno, el caso es que Burt se molesta cuando su hijo decide no asistir a la tradicional cena de los viernes, algo que Burt considera sagrado y que Kurt se pasa por el forro. Y así está la situación cuando a Burt le da un infarto y se queda en estado comatoso. Tengo que decir que es recurso un poco fácil para conseguir la lágrima del espectador, pero bueno, se lo permitimos. Kurt se hunde, al comprobar que su padre no se va a despertar fácilmente, y todos sus compañeros le dan su apoyo, excepto Finn, que le recrimina no haberle avisado antes.
Aprovechando que esa semana la tarea del Glee Club era cantar canciones espirituales, tanto Mercedes, como Rachel o Quinn le transmiten a Kurt su mensaje religioso, algo que a él le molesta profundamente, porque no cree en ningún Dios. El debate que se genera entonces trae cola, porque esto llega a oídos de Sue, que tiene la misma opinión que Kurt y le utiliza para prohibir al Glee Club tratar temas religiosos en el instituto. Y ella tiene sus razones, relacionadas con la mujer que siempre está detrás de las muestras de sentimientos de Sue: su hermana. Las escenas que ambas comparten están llenas de emotividad, y es un gusto ver a Sue en su faceta buena y cariñosa.
Mini KurtVolviendo al tema de Kurt, su gran enfado se produce cuando descubre a Rachel, Mercedes y Quinn rezando a Dios en la habitación donde se encuentra su padre (por cierto, gran interpretación de Rachel con "Papa, can you hear me?"). Me ha resultado raro ver que la madre de Finn no ha dicho ni mu cuando Kurt les ha echado de la habitación, no sé, me esperaba una reacción diferente, o quizá verla más involucrada en este episodio. Para terminar con la historia de Kurt y su padre, el joven decide escuchar los consejos de Mercedes y va con ella a su iglesia, donde el coro interpreta una canción sobre el apoyo de los amigos. Es fantástico este Kurt, negado a relacionarse con la religión, pero convencido al saber que puede llevar un sombrero.
Después de esta experiencia, y de ver bonitas escenas infantiles junto a su padre mientras canta "I wanna hold your hand", Kurt habla con Burt y le cuenta lo que significa para él la relación entre ambos, lo que es realmente sagrado. En ese momento, como no podía ser de otra manera, Burt empieza a recuperarse. Bueno, pues un final feliz para esta historia, como todas las protagonizadas por este magnífico dúo que son Kurt y su padre. Sin duda, ellos dos han sido los que más momentos sentimentales nos han dado, y los únicos prácticamente que han podido provocar alguna lágrima entre los seguidores de Glee. Antes de que se me olvide, impresionante el parecido entre el joven Kurt y el actual, qué bien elegido el niño, ¡parecía el auténtico Chris Colfer!
Pasemos a hablar del otro protagonista del episodio, Finn. Él ha sido la mecha que ha hecho saltar a primer plano el tema religioso, pero en un tono de humor. Todo empieza cuando al hacerse un sandwich, la tostadora deja la cara de Jesús en el pan. Para Finn, esto es una revelación, y le pide tres deseos, como si fuera un genio. Los tres se cumplen: el equipo de fútbol gana su primer partido, Rachel deja que le toque las tetas, y Finn vuelve a ser el quaterback. En definitiva, Finn cree que tiene línea directa con Dios, y así se lo cuenta a Emma.
Gracias, Grilled CheesusLa consejera le abre los ojos, explicándole que ganaron el partido porque tienen una gran entrenadora, que Rachel le hizo esa concesión porque antes él le había dado muestras de cariño y comprensión, y que él es quaterback por culpa de un jugador del equipo contrario que lesionó a Sam. Osea que de milagros, nada de nada. Finn se desilusiona, y pierde su fe, cantando "Losing my religion". La conclusión final es que cada uno puede expresar la fe que profesa, pero que el apoyo de los amigos es la mejor fe que se puede tener. La canción final, "One of us", habla de la desmitificación de Dios, y de que cualquiera de nosotros puede ser ese Dios. Sue esta vez no interviene, pues parece que se ha reconciliado con sus problemas religiosos.
He de comentar una cosa que no se me puede pasar por alto. ¿Cómo es posible que Finn pidiera lo que pidió a su Grilled Cheesus y no pidiera que Burt se recuperara? Hay un momento en el que parece que se da cuenta de lo que ha hecho, cuando Puck habla con él en el vestuario, pero vamos, que no se le ve en ningún momento remediando su error. Al fin y al cabo, Finn empezaba a tener una buena relación con Burt, no entiendo que no haya rezado por él a su adorado sandwich. Y otra cosa que me gustaría decir. Los números finales cada vez me gustan menos. Y no porque las canciones sean malas o los actores no lo hagan bien, sino porque cada vez duran menos esas canciones y se le da menos importancia al número final cuando es de grupo. Y repito: cuando es de grupo, porque los finales de los otros dos episodios fueron un solo de Rachel, y se explayó cantando. Así que espero que volvamos a la dinámica de canción final con todo el Glee Club cantando y dándonos un buen número musical.
Grilled Cheesus no fue un episodio en el que destacaran las frases que nos hacen reír a todos, pero alguna buena sí que ha habido, vamos a verlas:
"Dear Grilled Cheesus… first of all you’re super delicious. Please, Grilled Cheesus, please let us win our first football game. It would mean so much to Artie, and I think you kind ow owe it to him. I mean, you did sort of screw him in the leg department" (Querido Quesús Tostado… lo primero de todo eres súper deliciosos. Por favor, Quesús Tostado, por favor deja que ganemos nuestro primer partido. Significaría mucho para Artie, y creo que de alguna manera se lo debes. Quiero decir, le hiciste una especie de faena en el departamento de piernas, Finn)
"Oh, my God, he’s coming out" (Oh, Dios mío, está saliendo del armario, Puck)
"Why, yes, there is a man who’s sort of recently come into my life, and that man is Jesús Christ" (Pues, sí, hay un hombre que recientemente ha entrado en mi vida, y ese hombre es Jesucristo, Finn)
Siempre fantástica"I’ve had a really hard year, and I turned to God a lot of help. I, for one, woldn’t mind saying thanks" (He tenido un año realmente duro, y pedí a Dios mocha ayuda. A mí, por ejemplo, no me importa decir gracias, Quinn)
"Thanks for what? That it didn’t come out a lizard baby? " (¿Gracias por qué? ¿Porque no vino un bebé lagarto?, Santana)
"I did a book report on heart attacks, if you want to give it to the doctor. I got knocked down an entire letter grade ‘cause it was writen in crayon" (Hice un informe sobre los ataques al corazón, si quieres dárselo al doctor. Me bajaron un punto entero porque lo escribí con cera crayon, Brittany)
"I realize you’re only half orangutan, but I’m still very allergic to your lustrous ginger mane" (Me doy cuenta de que eres sólo medio orangután, pero aún soy muy alérgica a tu lustrosa melena pelirroja, Sue)
El Brittanazo de la semana:
"Is God an evil dwarf?" (¿Es Dios un enano diabólico?)
Hasta aquí está atrasada review de Grilled Cheesus. La próxima no se hará esperar tanto. ¿Qué os pareció este episodio? ¿Os gustan más los capítulos dramáticos o los humorísticos? Nos vemos en la siguiente review. ¡Hasta la próxima!
Las caras de Bélmez
Kurt y Sam
Desde que le ve entrar por la puerta, Kurt está convencido de que Sam es gay, porque vamos, es imposible que un hetero se tiña el pelo. Pues que venga Kurt a España, que podrá ver a un montón de heteros-metrosexuales-canis rubios de bote, a ver si acierta con alguno... Sam, aunque se siente abrumado ante la absorbente presencia de Kurt, sabe que el chico tiene mucho talento, y no ve problema en ser su pareja para el dúo. Claro que una charla con Finn y un granizado en la cara, y las dudas le empiezan a surgir a cualquiera. Creo que han malmetido mucho contra Kurt, porque vale, el pobre ve posibilidades donde no las hay, y puede llegar a ser muy acosador, pero tampoco se merece quedarse solo. Y aquí, en petit comité, incluso yo he dudado de si Sam era gay. No por nada, sino porque hubiera sido un giro argumental muy interesante, ¿no? Al final, Sam se quedó con Quinn, y el pobre Kurt...
Kurt y... Kurt
¿Con quién va a hacer mejor pareja Kurt? Pues con él mismo, porque no hay nadie que pueda igualársele. Por una parte, Finn le hace ver que no debe hacer con Sam lo mismo que le hizo a él. Y por otra parte, Burt, que sigue recuperándose en su casa, le da una charla a su hijo sobre los chicos y sobre su manía de incomodar a sus objetivos amorosos, tal como pasó con Finn. Así, Kurt comprende que ya llegará el momento en el que alguien sea tan valiente como él y tan especial, y ese día podrá encontrar a su pareja. Mientras tanto, tendrá que volar solo. Por eso, participa en la competición de dúos él solo, interpretando una canción del musical "Víctor o Victoria", como solamente él sabe hacerlo. Bravo por Kurt. Claro que realmente, eso no es cantar a dúo, por mucho que se vista y maquille mitad hombre, mitad mujer. Para dúo dúo, el de...
Kurt al cuadradoMercedes y Santana
Menudo par. Las dos chicas con más carácter del Glee Club unen sus fuerzas con un objetivo claro: ganar la espectacular cena. Sí, se llevan fatal y han tenido sus rifirrafes en el pasado, pero cuando hay un premio así de por medio, no hay quien las pare. Y a decir verdad, son las que más en serio se toman la competición, hasta el punto de cabrearse al comprobar que alguna pareja puede arrebatarles el título. Eso sí, el dúo que hacen, espectacular, un rock muy movido en el que ambas se lucen mucho y que hubiera resultado el ganador si no hubiera sido por el plan de...
Rachel y Finn
Para mi gusto, el "Don’t go breaking my heart" tampoco les hacía merecedores de la victoria, pero bueno, ellos (sobretodo ella) tenían muy claro que iban a ganar porque son la mejor pareja del coro. Rachel, en un poco usual ataque de humildad y generosidad, quiere que Sam gane la competición, para que coja confianza en sí mismo y los Nacionales salgan mejor. Como Finn dice, ¿no sigue siendo egoísta? Es decir, sí, sacrificará el premio de las parejas, pero a cambio, intenta ganar los Nacionales, algo que ella desea con todas sus fuerzas. Dejando motivaciones aparte, la parejita feliz decide dar un empujoncito a Sam y Quinn para que se hagan con la victoria. Y además, se presentan al concurso con una canción y un vestuario, que, perdonad mi ignorancia, no he entendido porqué resultaba tan tan ofensivo. Vale, lo del alzacuellos y la pose religiosa estaba fuera de lugar, pero como no sé qué canción es, ni su historia ni su mensaje, pues no puedo opinar y me guío por lo que se ve en el episodio.
Lo mejor de Rachel y Finn en este episodio, ver cómo trabajan en equipo y la charla que ambos mantienen con Quinn y Sam respectivamente. Y cómo no, esa forma de disimular que no se creen no haber ganado... han estado genial ambos. Ahora, de una pareja ya estable pasamos a hablar de una que parece estar surgiendo, la de...
Quinn y Sam
Romanticismo puro. Desde la primera escena de los dos juntos, con Quinn limpiándole el granizado a Sam, hasta la cena que comparten. Porque sí, como era previsible, ellos son los ganadores de la competición de dúos. Y no es para menos, porque como Satan dice (buenísimo el voto de Mercedes cambiándole el nombre a Santana), son asquerosamente encantadores. En los ensayos surge la química entre ambos, con ese momento de Sam enseñando a Quinn los acordes de la guitarra. Pero el beso al final no se produce, y Quinn decide que lo mejor es no seguir con eso. La entiendo, porque ha tenido un año muy duro (cosa que no deja de repetir), pero chica, que se te ha puesto en tu camino un Ken a tu medida, ¡aprovéchalo! Eso sí, a mí me sigue gustando más la pareja Quinn-Puck. Sam es como... muy empalagoso.
Rubios al poderComo ya hemos comentado, Rachel y Finn entran en acción, y Quinn y Sam se dan una segunda oportunidad como pareja artística. Y su versión de "Lucky" es muy dulce, con todas esas miraditas y las caritas de niños buenos que ambos ponen como nadie. Tan bien les sale la actuación, que ganan la ansiada cena. Quinn lo deja clarito: no es una cita, pero una vez en el restaurante, y tras una conversación un poco rara, bueno, muy rara, la cosa parece que empieza a funcionar y Quinn acaba definiendo el encuentro como una cita de verdad, la primera cita de Sam y Quinn. ¿Cómo se desarrollará esta relación? Supongo que acabarán juntos, y Puck volverá, se pondrá celoso e intentará reconquistar a su rubia. En fin, ya se verá. De momento, vamos con otra pareja, que no atraviesa su mejor momento. Ha sido el primer problema de...
Tina y Mike
Los orientales enamorados llevan desde que empezó la temporada restregando su amor al pobre Artie, pero se avecinan malos tiempos, o eso creo yo. Nunca habíamos escuchado a Mike cantar, es más, está claro que su papel es el de bailarín, pero Tina quería hacer un dúo con él. Mike ha confirmado lo que ya se sospechaba, y es que no canta, baila (algo que hace muy bien). Tina, desoyéndole, se empeña en que su novio tiene que cantar. Ante las dificultades, la gótica del Glee Club acude a su ex novio, que le da calabazas. Muy bien ahí Artie, con orgullo. Finalmente, Mike y Tina interpretan el tema "Sing!", donde aprovechan las carencias de Mike para hacer un número musical cómico que les queda bastante bien. Por cierto, ¿soy yo o Tina está cogiendo algún kilito de más? Ahora, hablemos de la pareja más cómica del episodio. Nunca pensé que se pudieran emparejar dos personajes tan dispares como...
Artie y Brittany
Bueno, antes de nada, hay que comentar la escena entre Santana y Brit en la cama. La ausencia de Puck hace que la latina necesite desfogarse con otra persona, y no puede ser otra que la hilarante Brittany. Pero a la hora de hacer un dúo la cosa cambia. Santana no confía en el talento de su compañera, y la deja tirada para cantar con Mercedes. La pobre Brit ve en Artie su salvación, y mezclando sus ganas de ganar con el especial sentimiento que tiene hacia Artie y su situación. Dúo no hemos visto, porque la relación entre ellos acaba tan pronto como empieza, al descubrir Artie a través de Santana que Brittany le quiere sólo para ganar el concurso. Ya van dos los chicos desvirgados por las animadoras, porque... Kurt y Brittany al final no hicieron nada, ¿no? Yo, en realidad, creo que Brittany no sólo quería a Artie para ganar, porque la cara que se le ha quedado cuando él la ha dejado, y luego esa escena en el restaurante arrastrando la albóndiga con la nariz... si es que en el fondo Brit tiene un gran corazón. Por cierto, qué grande ella votándose a sí misma, y escribiendo en el papel Me!. Lo que no se le ocurra a Brittany... Y otro gran momento es cuando, empujando la silla de Artie, se gira hacia Santana, señala sus tetas y luego hace el gesto de no con el dedo. ¡Genial!
Ya hemos hablado de todas las pareja de Duets. Lo que tienen en común es que algunas han afianzado su relación, en otras se ven sombras de futuros problemas, otras se han formado... Y ha quedado un cabo suelto entre tanta pareja. Alguien muy especial que ha visto como su esperanza de encontrar a alguien como él se ha visto truncada. Pero de repente, su archienemiga ha decidido darle su apoyo, formando una de las mejores parejas en el coro:
Qué románticoKurt y Rachel
Las dos personalidades más egocéntricas de Glee se han unido al final del episodio para regalarnos una actuación al más puro estilo broadway (en cuanto a las voces). Se nota que son las dos personas más divas del coro, y juntos pueden ponernos la piel de gallina. Si bien en el pasado han tenido sus encontronazos, Rachel entierra el hacha de guerra para decirle a Kurt que no está solo, y que si ganan los Nacionales será porque le tienen a él. Es un gesto muy a considerar, teniendo en cuenta lo poco humilde que es la señorita Berry.
Ahora sí, pasemos a repasar algunas de las mejores frases de Duets:
"What’s a duet?" (¿Qué es un dúo?, Will)
"A blanket" (Una manta/Una capa, Brittany)
"Psst! He’s on team gay. No straight boy dyes his hair to look like Linda Evangelista circa 1993" (Psst! Él está en el equipo gay. Ningún chico hetero se tiñe el pelo para parecerse a Linda Evangelista alrededor de 1993, Kurt)
"I’m only here because Puck’s been in the slammer for twelve hours now, and I’m like a lizard. I need something warm beneath me, or I can’t digest my food" (Sólo estoy aquí porque Puck lleva doce horas en la trena, y soy como un lagarto. Necesito algo cálido debajo de mí, o no puedo digerir la comida, Santana)
"Duets don’t work for me, and I don’t need you. What I need is to find a way to keep Santana off my heels. What I need is to find a way to torture Rachel. And I need to start learning to ignore people" (Los dúos no funcionan para mí, y no te necesito. Lo que necesito es encontrar una manera de mantener a Santana en mis talones. Lo que necesito es encontrar una manera de torturar a Rachel. Y necesito aprender a ignorar a la gente, Quinn)
"What are you doing?" (¿Qué estás haciendo?, Sam)
"We’re not using that. You’re paying" (No los vamos a usar. Vas a pagar, Quinn)
"Why?" (¿Por qué?, Sam)
"Because a gentleman always pays on the first date " (Porque un caballero siempre paga en la primera cita, Quinn)
Pobrecita...
Perdonad que me haya ido del tema principal, pero es que el asunto de la censura de ciertos aspectos del musical en el episodio me ha recordado al escándalo de las fotos. Volvamos con el episodio. La primera escena me ha encantado, por su originalidad (aunque la película también empieza así). Por si alguno no la ha reconocido, era Santana la que cantaba. Al ver este comienzo, he pensado que todo el capítulo iba a ser de ese estilo, como imitando la estructura de la película. Pero nada más lejos de la realidad. En este capítulo, nuestros chicos preparan el musical anual del instituto, y Will decide que sea "The Rocky Horror Picture Show" su inspiración. Claro que los motivos por los que toma esta decisión son un poco... cómo diría yo... vamos, que no decide con la cabeza, sino con la entrepierna.
El profesor hotHe de decir que me ha sorprendido mucho Will. Después de comprarse el deportivo amarillo y de participar en el número musical dedicado a Britney Spears, creía que este hombre había dejado a un lado las locuras e iba a esperar su momento para reconquistar a Emma, pero no, aquí vuelve el Will irracional llevándose por delante lo que haga falta para tener a su lado de nuevo a la pelirroja. Claro, al ver los grandes avances que está haciendo Emma con sus "problemillas psicológicos", y todo gracias a Carl, Will ve la oportunidad perfecta cuando ella le cuenta que se lo pasó muy bien con su novio viendo "The Rocky Horror Picture Show", una película que Emma adora. ¿Que a Emma le gusta la película? Pues la hacemos en el instituto. ¿Que la película no es apta para menores? Pues que más da, si así voy a estar más cerca de Emma... Así no, Will, así no.
Bueno, rompiendo una lanza a favor de Will, adapta el guión al entorno escolar, y reparte los papeles entre sus alumnos. Por extraño que parezca, Kurt rechaza el papel protagonista, porque debe llevar tacones, corsés y medias de rejilla, y es Mike el que acaba solicitando el personaje. Hasta que sus padres leen el guión y le prohíben participar. Ya decía yo que era demasiado temprano para que Mike protagonizara nada... Al final, Carl, que se sabe el musical de memoria, hace un casting para el papel (tocando así mucho las narices a Will y trastocando sus maléficos planes), pero acaba haciendo de Eddie (cuya única faceta que hemos visto es romper un muro con la moto), y el personaje de Frank N. Furter termina en manos de Mercedes, que realiza un gran espectáculo sobre el escenario.
Retomando el plan desesperado de Will, al incluír a Carl en el reparto, y aprovechando que Sam está un poco incómodo con el vestuario, decide actuar también en la obra, y pide ayuda a Emma para ensayar. La escena en la clase con la consejera cantando y desnudando a Will... muy caliente. Y Santana y Brittany espiando... bueno, ellas dos estaban un poco de pega, pero había que justificar las voces del coro, ¿no? Por un momento pensé que Emma se iba a rendir a los encantos físicos de Will, pero no, ella le cuenta a su novio lo ocurrido y él se presenta en el escenario para discutir con el profesor, diciéndole que esas no eran las reglas, delante de todo el Glee Club. Ay Will, si es que no aprenderás nunca...
Dejemos apartado un momento a Will y hablemos de Sue. Al contrario de lo que es habitual, esta vez la entrenadora apoya la decisión de realizar el musical en el instituto (perdonad que no escriba todo el tiempo el título, pero es que tiene tela...). ¿Y por qué? Muy sencillo, porque los nuevos directivos de la televisión local en la que colabora Sue son amantes de las malas noticias y de la prensa sensacionalista. Y claro, cuando observan el espacio de Sue en el informativo, se quedan prendados de ella y le sugieren que de cancha a la realización del controvertido musical, pues es una buena historia para la televisión, porque puede acarrear un verdadero escándalo. En cuento dicen las palabras mágicas (local Emmy), Sue corre para ayudar a Will con la obra. Pero una decisiva intervención de Becky (casi me muero de la risa con ella disfrazada de Sue), hace que Will vea la grabación en la que Sue critica la exposición de los menores a temas adultos sólo con la excusa de hacer arte y de expresarse libremente.
TerroríficaEl caso es que Will comprende que lo que dice su enemiga es verdad, y decide cancelar el musical, rompiendo así la oportunidad de Sue de ganar su Emmy. Pobrecita, en esta ocasión ha sido ella misma la que ha metido la pata. Y Will... pues vuelve a la normalidad (a ver cuánto dura), le confiesa a Emma la verdad, y habla con sus chicos para pedirles disculpas por el lío que ha formado. De todas formas, el número final de "The Rocky Horror Show" lo hacen, aunque en privado. Ahora pasemos a la otra trama del episodio, la que Finn y su preocupación por su aspecto.
Como hemos dicho, en la obra se ve bastante carne, y Rachel, Finn y Sam tendrán que actuar muy ligeritos de ropa. Pooooooooooor cierto, si hubieran respetado la película, SPOILERS PARA QUIEN NO LA HAYA VISTO, hubiera habido escenas de cama entre Rachel y Sam, y entre Finn y Sam. Eso si que hubiera sido la leche. FIN DE SPOILERS. El problema está en que Finn no se encuentra a gusto con su cuerpo, y no quiere que se burlen de él. Por el contrario, Sam está encantadísimo, y no tiene inconveniente en mostrar su tableta de chocolate. En este episodio, he odiado profundamente a Sam... esa faceta suya de mazado en el gimnasio y enamorado de sus abdominales no me gusta nada.
He de decir que me ha encantado la teoría de Artie sobre por qué las chicas se fijan más en el cuerpo de los chicos que en otras épocas (lo cual no creo que sea cierto). Eso de que ahora las chicas pueden ver porno sin pasar vergüenza tiene su lógica. Y en cuanto a Finn, para superar su miedo y aceptar su cuerpo, decide pasearse en calzoncillos por el instituto. ¿Tanta preocupación por su físico y enseña esos calzoncillos tan sosos y de abuelo? En fin, que Figgins pone el grito en el cielo y le echa la bronca tanto a Finn como a Will, pero la cosa se queda en eso. Por otra parte, Sam empieza a desconfiar de su cuerpo, y se ve gordo (tiene narices la cosa), y además le da vergüenza salir al escenario con ese mini pantalón dorado, por lo que acepta que Will se quede con su papel.
NumerazoY creo que no hay mucho más que comentar de lo sucedido en el episodio. Pasemos a ver las pocas frases ingeniosas de esta semana:
"I’d like to preserve you, In a jar. In my basement" (A mí me gustaría conservarte a ti. En un frasco. En mi sótano, Mercedes)
"Yeah, early today, Artie asked if he could make a gigantic omelet when I’m done with the ostrich eggs I’m smuggling in my bra" (Sí, hoy temprano, Artie me preguntó si podía hacer una tortilla gigante cuando haya acabado con los huevos de avestruz que llevo de contrabando en mi sujetador, Santana)
"Um, also, miss Pillsbury, is there a way I could... wear, like, some gold board shorts or something? These are really short. I’m affraid I’m gonna show off my nuttage" (Eh, también, señorita Pillsbury, ¿hay una forma de que pudiera... llevar, como, algún pantalón corto dorado o algo? Estos son realmente cortos. Me temo que voy a enseñar mis pelotas, Sam)
"Give me some chocolate or I will cut you" (Dame chocolate o te cortaré, Becky)
El Brittanazo de la semana:
"So, what are you gonna be for Halloween this year?" (Entonces, ¿qué vas a ser en Halloween este año?, Kurt)
"I’m going as a peanut allergy" (Voy de alergia al cacahuete, Brittany)
Pues eso es todo. Lo único que me queda por comentar es que las pocas escenas que hemos visto sobre el escenario me han gustado mucho, y que por fin tenemos un número musical final en el que todo el Glee Club canta y que dura más de medio minuto. En cuanto a las tramas, pues sí, está bien ver de vez en cuando al Will más irracional, pero sólo de vez en cuando. Y también está bien que en algún capítulo no haya una trama específica para Rachel y deje planos al resto de compañeros. Que no digo que no me guste Rachel, al contrario, me encanta, pero también me gustan mucho los otros personajes y deberían tener más protagonismo.
Becky, Mini
Por un lado, tenemos a Kurt, que sigue aguantando las humillaciones y empujones de Dave Karofsky, el matón del equipo de fútbol. Llevamos mucho tiempo viendo esto, y a Kurt resignarse y auto compadecerse por ser el único gay que ha salido del armario en el McKinley. Necesita relacionarse con otros como él, y cuando se entera de que uno de los coros que se enfrentarán con New Directions en las locales es masculino y existe el rumor de que todos son homosexuales, se infiltra en el instituto para espiarles. Y tiene tan buena suerte que se encuentra con Blaine, el líder de los Warblers (el coro rival), y le muestra lo bien visto que está su coro en el instituto y lo bien que actúan. Las caras de Kurt viendo a Blaine cantando y bailando hablan por sí solas, este chico… se nos está empezando a enamorar… otra vez.
Pero parece que por fin acierta, porque Blaine también es gay, y le consuela con unas palabras de ánimo para que luche contra la homofobia del McKinley. Pero claro, cada vez que se cruza con Karofsky (vaya apellido más sencillito…), el nivel de ira va subiendo, hasta que Kurt ya no puede más y decide plantarle cara al matón. Yo creía que el grandullón iba a darle tal paliza a Kurt que se le iban a quitar las ganas de volver a enfrentarse a nadie… pero mi sorpresa fue mayúscula cuando Karofsky se lanza y besa a Kurt. ¡Me quedé tan petrificado como el propio Kurt! Lo peor es cuando se lo cuenta a Blaine, y van juntos a hablar con Karofsky. Por supuesto, él lo niega todo y se pone violento. En realidad, me da pena, porque está sufriendo mucho. Kurt lo tuvo difícil, sí, pero era algo que el resto de personas tenían más o menos asimilado. Por el contrario, Karofsky juega al fútbol, es un matón y jamás nadie pensaría que es gay, por lo que debe ser complicadísimo aceptarlo.
El primer beso de KurtY Kurt, pues está algo apenado y confuso porque era la primera vez que alguien le besaba de verdad, así que su primera experiencia no ha resultado ser como él la hubiera soñado. Ahora queda un futuro por delante para ver qué pasa entre él y Blaine, porque todo indica que acabarán juntos. Eso si, yo preferiría que Kurt le diera una oportunidad a Karofsky. ¿Os imagináis cómo sería esa relación? Creo que daría mucho más juego al guión que una relación ya demasiado evidente como la de Kurt y Blaine.
Hablemos de Beiste, la otra persona a la que nunca la habían besado. ¿Recordáis el método de Finn para bajar el calentón sexual? Me ha encantado que vuelvan a mostrárnoslo. Y hablando de eso con Sam, que tiene la cruz de tener que esperar pacientemente con Quinn, al rubio se le ocurre pensar en la entrenadora cuando le da el calentón. Al escapársele el nombre de Beiste, Quinn agarra un enfado de órdago, y corre a hablar con Sue del tema, que aprovecha para cargar contra su enemiga para así recuperar su adorado presupuesto. El momentazo de los cañones de confetti en el auditorio ha sido legendario, nunca dejará de sorprenderme Sue. También me ha hecho gracia que Tina sea la que fantasee con Beiste. Al enterarse la entrenadora, como es normal, se ha sentido defraudada y triste, y decide pedir la dimisión.
Pobre Beiste, con lo bien que me cae y lo que tiene que aguantar. Los chicos (y Tina) se sienten fatal por lo que han hecho, pero es Will el que convence a la entrenadora para que no tire la toalla y perdone a los alumnos. Tras una charla sentimental en la que Beiste nos cuenta lo mal que lo ha pasado siempre porque ningún chico la ve atractiva, Will se convierte en el primero en besarla. Espero que eso no haga que la entrenadora se haga ilusiones con Will, porque seguro que eso le provoca más sufrimientos innecesarios, y además el profesor está últimamente un poco desbocado.
Risa diabólicaHablemos ahora de Puck. Por fin sale del reformatorio, y alardea de su paso por él como chico malo al que nadie puede pisar. Para seguir en libertad, tiene que realizar trabajos comunitarios, y él decide que no hay mejor trabajo que pasar su tiempo con Artie. Claro que su idea de hacer servicio social se aleja bastante de lo que debería ser. Tomando a Artie como su pupilo, le enseña cómo ser un bad boy, y cómo ligarse a una chica. Pero como Puck siempre será Puck, no hace falta que pase mucho tiempo para que veamos cómo hace de las suyas otra vez, decepcionando a Artie cuando se va sin pagar del famoso Breadstix.
Para Puck, lo bueno se acaba pronto, y de repente se encuentra acorralado en el despacho de Figgins, donde tiene una buena bronca y pierde los papeles. Me preocupa este Puck… lo que le pasa es que tiene una falta de cariño muy importante. Pensad que durante el último año dejó embarazada a Quinn, pero ella no confiaba en él. Después, cuando todo parecía arreglarse, la chica no quiso saber nada más de él, y fue ahí cuando entró en un torbellino de pequeños delitos que le llevó al reformatorio. En fin, que no lo ha tenido muy fácil, aunque eso no justifica sus actos. Por suerte, no han sido muy duros con él y le permiten continuar en libertad siempre que cumpla con sus obligaciones. A ver cuánto le dura…
En cuanto a lo que le ha sucedido al Glee Club en Never been kissed, pues ya lo he comentado al principio. Regresa el gran enfrentamiento de sexos, pero esta vez ambos equipos deben hacer cosas inesperadas, mediante la interpretación de canciones que pertenecen a géneros y grupos del sexo contrario. Mientras que las chicas cantan un mash-up de Bon Jovi y Rolling Stones, los chicos se endulzan con Diana Ross y En Vogue. La verdad, a mí me resulta difícil decir cuál de las dos actuaciones ha sido mejor. Pero los momentos más divertidos han sido en los que hemos visto a Kurt asesorando a los chicos para su actuación… este Kurt siempre igual de trasgresor.
Y tras repasar el episodio, quería comentar una cosa. ¿No os ha dado una continua sensación de Deja-Vu? El enfrentamiento musical entre chicos y chicas, la charla de Quinn con Sue diciéndole que quiere recuperar a su novio, la visión de Finn atropellando al cartero… Ha habido bastantes paralelismos con los inicios de la primera temporada. Por un lado, me ha encantado esto, pero por otro, es como recurrir a historias del pasado y repetirlas. Lo que me hace pensar, ¿en qué han cambiado los personajes durante un año? Está claro, todos son algo diferentes, y las situaciones no son las mismas, pero parece como si de repente todo hubiera vuelto atrás. Menos mal que en el siguiente episodio toda la historia es nueva y fresquita (grande Gwyneth).
¡Qué monos!En este episodio, no ha habido grandes frases que remarcar, sino buenos diálogos, como los mantenidos por Will y Beiste o el momentazo de Kurt y Karofsky. Aparte de eso, estas son las frases que he seleccionado, seguro que alguna más se me ha pasado por alto:
"Kurt, gonna say it again… boy’s team" (Kurt, voy a decirlo otra vez… el equipo de chicos, Will)
"Do you know what kind of disgusting images I’m gonna have to look at to get this out of my head? I’m gonna have to go straight to the wound care center. I’m gonna have to stare some wounds" (¿Sabes la de imágenes asquerosas que voy a tener que mirar para sacar eso de mi cabeza? Voy a ir directa a la enfermería. Voy a tener que mirar heridas, Sue)
"It finally occurred to them to stop singing all that nonsense about how awesome it is to be alive or ugly or whatever the point is you guys are always trying to make. And instead? They just got mean. Congratulations, Will" (Finalmente se les ocurrió dejar de cantar tonterías sobre lo maravilloso que es estar vivo o ser feo o lo que sea que vosotros siempre intentáis hacer. ¿En vez de eso? Se han vuelto crueles. Felicidades, Will, Sue)
El Brittanazo de la Semana
"I’ve been squeezing your leg for, like, the last hour and a half. Are you not attracted to me?" (Te he estado apretando la pierna durante, no sé, la última hora y media. ¿No te sientes atraído por mí?)
El caso es que sin Will, el coro ha sido tomado por Rachel, y la idea no le hace mucha gracia al resto de componentes. Pobre Rachel, vale que es un poco insoportable a veces, pero es que últimamente la odian demasiado. Kurt decide pedirle ayuda a la señorita Holly Holliday, la sustituta de Will en las clases de español. Por cierto, que español más poco español… Gwyneth habla muchísimo mejor nuestro idioma, pero como allí el español que se conoce es el mexicano, pues nos suena raro. Y ojo, que no digo que esté mal que el español que se enseñe allí sea el latino, pero me suena raro en boca de Gwyneth, que pronuncia las ces como tal y no como eses. Dejando este tema aparte, Kurt le pide a Holly que se haga cargo del Glee Club mientras Will se recupera. Y ella, encantada de la vida.
Holly representa todo lo opuesto a Will. Libertad, diversión sin consecuencias y ese puntito de locura que a veces le falta al profesor (exceptuando los ataques de locura transitoria cuando intenta recuperar a Emma). Para remarcar este aspecto, hemos tenido un par de flashbacks en los que Puck y Rachel le proponían a Will cantar algo diferente, pero el profesor no hace ni caso, cegado por su amor al grupo Journey. En cambio, Holly permite a los chicos explotar su creatividad, y demuestra tener un gran talento interpretando "Forget you" y más tarde la canción final de Chicago junto a Rachel, a la que se acaba ganando con este gesto después de que la soberbia solista intentara quitarse de en medio a la profesora. La escena en la que Rachel va a avisar a Will de la amistad de Holly con Sue y de la posibilidad de que le arrebate el puesto, ha sido buenísima, con la alumna protegida con una mascarilla y Will moqueando.
Baby Glee ClubSí, puede que al ver a Sue y Holly compartiendo bebida y mechas nos haya resultado sospechoso, pero ya comprobamos después que no era para tanto, ya que cuando a Holly le toca dar la cara por Mercedes, Sue deja de confiar en ella. Otro tema del que hay que hablar es del acercamiento final de Will y Holly. Aunque en un principio se han peleado por el puesto de director del Glee Club, después han hecho las paces y se han confesado mutuamente, y ahí hemos conocido la historia de Holly Holliday, una profesora muy normalita que decidió convertirse en nómada tras recibir un puñetazo de la terrible Cameo (qué miedo más grande que da esa chica). Así pues, cuando Will recupera su trabajo tras ser despedido por la nueva directora Sylvester, todo vuelve a la normalidad. Pero también vuelven al Glee Club las canciones clásicas, y eso no le hace mucha gracia a los chicos, que han tenido un tiempo de relax y diversión con Holly. Por eso, Will le pide ayuda a la sustituta para hacer una versión moderna de "Singin' in the rain", y la verdad, les queda de maravilla esa mezcla con "Umbrella". ¿Será la última vez que veamos a Gwyneth en Glee? Espero que no.
Siguiendo con Will, debo comentar la entrada en el terreno de juego de Terri, la desquiciada ex mujer. Por muy mala y loca que esté, ella sabe como nadie cómo cuidar a Will para que se cure. Sopitas, Cantando bajo la lluvia y… Vicks Vaporub. Sí, después de varios intentos fallidos y de que Will la apartara de su lado, finalmente con el momento masaje ha llegado el calentón y se han acostado juntos. Yo no entiendo nada. Sí, Will estaba pasando por un momento malo, estaba enfermo, seguramente febril, pero es que siempre le pasa lo mismo. ¿No está tan enamorado de Emma? ¿De verdad piensa que no se enterará de lo que ha pasado? En serio, Will, nunca, nunca, aprenderás. Hay que recordar que fue precisamente esto lo que hizo que Emma dejara a Will, cuando se lió con Shelby Corcoran, entre otras cosas. En fin, todo un despropósito que no ayuda nada a la reconciliación. Menos mal que tras la enfermedad, Will vuelve a renegar de Terri y le dice que no vuelva. A ver cuanto dura.
ToooontoCambiando de tema, vamos con Sue y su nuevo cargo como directora. Como ya hemos dicho, debido a la enfermedad de Figgins, Sue toma las riendas, y entre sus acciones está intentar disolver el equipo de fútbol (qué risa cuando Beiste le dice que si no hay equipo sus animadoras no tendrán a quien animar), despedir a Will y acabar con las fritangas en el comedor, más específicamente las bolitas que tanto le gustan a Mercedes. La pobre se pone hecha una furia cuando ve cómo las animadoras tiran a la basura su manjar favorito, y empieza una serie de ataques, primero en el comedor manifestándose, y después metiendo esas bolitas en el tubo de escape del carísimo coche de Sue, lo que casi le cuesta la expulsión. Este altercado se soluciona con la reincorporación de Will, que se compromete a que el Glee Club arregle los daños.
Pero lo que más me ha interesado de Mercedes en este episodio es lo mismo que le preocupa a Kurt. El chico está muy feliz con su creciente relación con Blaine, y quiere que su amiga también encuentre un chico con el que ser feliz. Yo, si fuera Mercedes, me hubiera quedado con el jugador de fútbol sin pensármelo, pero ella sólo estaba centrada en su comida. Un momento muy gracioso ha sido la conversación en el restaurante, en la que Mercedes se aburría como una ostra, incluso viendo alucinaciones de un bolsito rosa saliendo de la boca de Kurt. Casi me meo. Pero bueno, en realidad la entiendo, porque es un rollazo estar de sujeta velas y totalmente desubicado. Eso sí, la última conversación con Kurt yo creo que la ha dejado un poco tocada. Me ha dado pena verla así de afectada. Sólo espero que Mercedes encuentre a ese chico que necesita pronto, o que no lo encuentre si no quiere, pero que se cuide y esté bien con ella misma.
¿Qué me dejo? Ah sí, el encuentro del final de Kurt y Karofsky. El bruto jugador le hace una advertencia a Kurt que me ha puesto los pelos de punta: si le cuenta a alguien más (ya lo sabe Blaine) lo del beso, le matará. Espero que sólo sean palabras, aunque del desarrollo de esta trama hablaremos en la siguiente review, que hay mucha pero que mucha tela por cortar.
Principal SylvesterAhora, las mejores frases de The Subtitute, que ha habido muchas y ha sido difícil elegir:
"Class, in Mr. Shuester absence, I’d like to go around and ask everyone what solos they’d like to hear me perform at sectionals" (Clase, en ausencia del Sr. Shuester, me gustaría preguntaros a todos qué solos os gustaría oírme interpretar en las locales, Rachel)
"I thought you’d never ask" (Pensé que nunca me lo preguntarías, Holly)
"They look like deep-fried deer poop " (-Las bolas de patata- Parecen caca refrita de ciervo, Brittany)
"Do you know what this is?" (¿Sabes qué es esto?, Sue)
"Toilet brush" (Una escobilla del váter, Mercedes)
"It’s broccoli. When I showed this to Brittany earlier, she began to whimper, thinking I had cut down a small tree where a family of gummy bears lived" (Es brócoli. Cuando se lo enseñé antes a Brittany, ella empezó a llorar, pensando que yo había talado un pequeño árbol donde vivía una familia de ositos de gominola, Sue)
"Rachel, you suck! Oh my God, you’re like a total Drag. Has anyone ever told you that?" (Rachel, ¡apestas! Dios mío, eres como una drag total. ¿Te lo ha dicho alguien alguna vez?, Holly)
"I have" (Yo lo he hecho, Puck)
"I got to be honest with you, Will. A lot of it’s the hair thing. In fact, right now I’m tempted to sell your scalp on the black market as a tiny, full-lenght shearling coat for only the most fasionable of premature babies" (Voy a ser honesta contigo, Will. Tiene mucho que ver con el asunto del pelo. De hecho, ahora mismo estoy tentada a vender tu cabellera en el mercado negro como un minúsculo abrogo de lana de cordero de cuerpo entero sólo para los bebés prematuros más de moda, Sue)
El Brittanazo de la Semana
"Mr. Shue taught me the second half of the aphabet. I stopped after -m- and -n-. I felt they were too similar and got frustrated " (El Sr. Shue me enseñó la segunda parte del alfabeto. Me paraba después de la -m- y la -n-. Sentía que eran demasiado similares y me frustraba)
Un olé por Gwyneth
Pero la cosa no se queda ahí. Por lo visto, tenemos otra boda: la de Sue Sylvester. Se pone a buscar citas por Internet, y la única persona que encaja con su perfil es: Sue Sylvester. Así que, ni corta ni perezosa, la tía organiza una boda consigo misma. ¿Y por qué no? Atentos al momento en el que está preparando los sobres con las invitaciones: utiliza un sello con su cara. Desde luego, no podemos decir que Sue no haga buena pareja consigo misma. Se adora. De hecho, ella misma oficiará la boda. Y va a haber una ilustre invitada: Doris, su madre, una cazadora de nazis que tras dos años de búsqueda ha atrapado al "último nazi", el sobrino-nieto de Eva Braun. Vaya tela con la madre de Sue. ¡Y encima quiere cantar en la boda de su hija! Luego comentamos...
Otro de los grandes temas del capítulo es el acoso que sufre Kurt por parte de Karofsky. Qué mal nos cae a todos este chico... no sólo es un homosexual reprimido, sino que ataca a Kurt por tener la valentía de ser quien es y mostrarse al mundo como tal. El caso es que Kurt se siente amenazado por ese gorila, y va con Will a visitar a Sue en busca de ayuda. Ésta se muestra dispuesta a ayudarle, pero no hay nada que pueda hacer legalmente a no ser que le ponga la mano encima, en cuyo caso lo expulsará con mucho gusto (literalmente: creo sinceramente que Sue siente pequeños calambres de placer cuando expulsa, insulta, ataca, etc.) Y hablando de insultar: cuando le llama "lady" a Kurt, éste le dice que eso es ofensivo, a lo que ella responde que pensaba que ese era su nombre. Sí, es insultante, ¡pero qué grande es Sue!
Debido a esto, nuestras chicas Glee deciden convocar a sus novios para que planten cara a Karofsky. Así que allá van Mike, Artie y Sam. ¿Y Finn? Pues sigue con sus tonterías de siempre: prefiere mantener su puesto de quarteback a defender a su amigo y futuro hermanastro. Eso no frena a los demás, que acorralan a Karofsky en los vestuarios y le piden/exigen que deje en paz a Kurt. La cosa no resulta del todo bien, pues todos salen algo magullados del altercado, pero Sam tiene su momento de lucimiento al enfrentarse a Karofsky en un momento de envalentonamiento. Un punto para el chico de los morritos. De hecho, Quinn, que momentos antes ha dejado en el aire la posibilidad de salir con él, parece que ahora se decanta más por decir que sí. No sé por qué, pero las heridas de combate siempre atraen a las chicas. Podéis responder a esta cuestión en los comentarios. Por favor.
Finalmente es Burt quien, al enterarse de que su hijo ha sido amenazado de muerte, acude a Sue y consigue que expulsen a Karofsky. ¡Genial el momento en el que Burt agarra a Karofsky en los pasillos y lo estampa contra los casilleros! Además, echa en cara a Finn no haber defendido a Kurt. Pero hay otra cosa en la que Finn también ha sido un completo cobarde: no le ha contado a Rachel que se acostó con Santana, y ahora ella piensa que los dos están guardando su virginidad el uno para el otro. Pobre Rachel.
¡Y por fin llega la boda! Bonita canción del Glee Club ("Marry you", de Bruno Mars), ideal para la situación. Carole y Burt se dicen sus votos matrimoniales. Qué bonito y qué gran frase de Carole: "Normalmente, cuando una mujer se casa consigue un hombre. Yo conseguí dos. Uno me salvó de mi guardarropa. El otro simplemente me salvó." Después el famoso "sí, quiero" y más canciones: Will canta "sway", versión Michael Buble, en la que los recién casados ponen en práctica las lecciones de baile de Kurt. Nada mal, por cierto.
Y por fin llega el momentazo: el discurso de Finn en el baile. Un discurso dirigido a su madre, pero sobre todo a Kurt, al que le dice que nadie como él le ha enseñado jamás lo que significa ser un hombre. Además inventa un nuevo apodo: Furt (Finn+Kurt). Y para poner la guinda, otra canción: "Just the way you are". Otra vez Bruno Mars. En serio, ¿seguro que ese hombre no compuso las canciones específicamente para este capítulo? No podía encajar más. Preciosa, emocionante. Para mí, la canción del capítulo.
La boda de Sue es todo lo contrario. Las únicas invitadas son su madre y su hermana. ¡Y ese vestido-chándal azul que lleva! Su madre se revela, dice que la boda es rara (y razón no le falta), así que Sue la desinvita. Doris le dice que aún no ha cantado su canción, a lo que Sue le responde: "estás invitada a cantar The sound of silence, en la habitación de tu hotel, ahora mismo". Sue las ha soltado a pares hoy. ¡Qué mujer!
Y para acabar el capítulo, una buena noticia y una mala. La buena es que Quinn ha aceptado la propuesta de Sam. En serio, es urgente, ¿por qué resulta tan atractivo un hombre golpeado? La mala, malísima, horrorosa, es que Karofsky ha sido absuelto por la junta escolar y se va a reincorporar al instituto. La conclusión de esto es que Kurt decide abandonar el McKinley. Creo que todos estaremos de acuerdo en que "New Directions" no va a ser lo mismo sin él. Kurt estaba siendo el alma de la segunda temporada y ahora nos lo quitan. Es como cuando te dan un bocado de un pastel que está riquísimo y dices "¡Mmm, qué bueno, quiero más!", pero no te dan. Malditos...
Ya sabemos cómo sigue la historia, es lo malo de llevar tanto retraso con las reviews... pero pasito a pasito llegaremos a la puesta al día.
![Glee Glee](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_sYQUEYKhQXsdprWt42Nj7pAYd0l0FGhBgmadJJMwL53k94LkrFel2etxzofYePMNuPfDzswbSaVLXX-nYzRn-45fXOjxUBxEPV_7VSeX2Eb9l6Fa2BU9cuCtS8bqnkVwDSMq8DB2OVWrl43ChvH329IjgU540AHfJR=s0-d)
Bueno, el caso es que Burt se molesta cuando su hijo decide no asistir a la tradicional cena de los viernes, algo que Burt considera sagrado y que Kurt se pasa por el forro. Y así está la situación cuando a Burt le da un infarto y se queda en estado comatoso. Tengo que decir que es recurso un poco fácil para conseguir la lágrima del espectador, pero bueno, se lo permitimos. Kurt se hunde, al comprobar que su padre no se va a despertar fácilmente, y todos sus compañeros le dan su apoyo, excepto Finn, que le recrimina no haberle avisado antes.
Aprovechando que esa semana la tarea del Glee Club era cantar canciones espirituales, tanto Mercedes, como Rachel o Quinn le transmiten a Kurt su mensaje religioso, algo que a él le molesta profundamente, porque no cree en ningún Dios. El debate que se genera entonces trae cola, porque esto llega a oídos de Sue, que tiene la misma opinión que Kurt y le utiliza para prohibir al Glee Club tratar temas religiosos en el instituto. Y ella tiene sus razones, relacionadas con la mujer que siempre está detrás de las muestras de sentimientos de Sue: su hermana. Las escenas que ambas comparten están llenas de emotividad, y es un gusto ver a Sue en su faceta buena y cariñosa.
Después de esta experiencia, y de ver bonitas escenas infantiles junto a su padre mientras canta "I wanna hold your hand", Kurt habla con Burt y le cuenta lo que significa para él la relación entre ambos, lo que es realmente sagrado. En ese momento, como no podía ser de otra manera, Burt empieza a recuperarse. Bueno, pues un final feliz para esta historia, como todas las protagonizadas por este magnífico dúo que son Kurt y su padre. Sin duda, ellos dos han sido los que más momentos sentimentales nos han dado, y los únicos prácticamente que han podido provocar alguna lágrima entre los seguidores de Glee. Antes de que se me olvide, impresionante el parecido entre el joven Kurt y el actual, qué bien elegido el niño, ¡parecía el auténtico Chris Colfer!
Pasemos a hablar del otro protagonista del episodio, Finn. Él ha sido la mecha que ha hecho saltar a primer plano el tema religioso, pero en un tono de humor. Todo empieza cuando al hacerse un sandwich, la tostadora deja la cara de Jesús en el pan. Para Finn, esto es una revelación, y le pide tres deseos, como si fuera un genio. Los tres se cumplen: el equipo de fútbol gana su primer partido, Rachel deja que le toque las tetas, y Finn vuelve a ser el quaterback. En definitiva, Finn cree que tiene línea directa con Dios, y así se lo cuenta a Emma.
He de comentar una cosa que no se me puede pasar por alto. ¿Cómo es posible que Finn pidiera lo que pidió a su Grilled Cheesus y no pidiera que Burt se recuperara? Hay un momento en el que parece que se da cuenta de lo que ha hecho, cuando Puck habla con él en el vestuario, pero vamos, que no se le ve en ningún momento remediando su error. Al fin y al cabo, Finn empezaba a tener una buena relación con Burt, no entiendo que no haya rezado por él a su adorado sandwich. Y otra cosa que me gustaría decir. Los números finales cada vez me gustan menos. Y no porque las canciones sean malas o los actores no lo hagan bien, sino porque cada vez duran menos esas canciones y se le da menos importancia al número final cuando es de grupo. Y repito: cuando es de grupo, porque los finales de los otros dos episodios fueron un solo de Rachel, y se explayó cantando. Así que espero que volvamos a la dinámica de canción final con todo el Glee Club cantando y dándonos un buen número musical.
Grilled Cheesus no fue un episodio en el que destacaran las frases que nos hacen reír a todos, pero alguna buena sí que ha habido, vamos a verlas:
"Dear Grilled Cheesus… first of all you’re super delicious. Please, Grilled Cheesus, please let us win our first football game. It would mean so much to Artie, and I think you kind ow owe it to him. I mean, you did sort of screw him in the leg department" (Querido Quesús Tostado… lo primero de todo eres súper deliciosos. Por favor, Quesús Tostado, por favor deja que ganemos nuestro primer partido. Significaría mucho para Artie, y creo que de alguna manera se lo debes. Quiero decir, le hiciste una especie de faena en el departamento de piernas, Finn)
"Oh, my God, he’s coming out" (Oh, Dios mío, está saliendo del armario, Puck)
"Why, yes, there is a man who’s sort of recently come into my life, and that man is Jesús Christ" (Pues, sí, hay un hombre que recientemente ha entrado en mi vida, y ese hombre es Jesucristo, Finn)
"Thanks for what? That it didn’t come out a lizard baby? " (¿Gracias por qué? ¿Porque no vino un bebé lagarto?, Santana)
"I did a book report on heart attacks, if you want to give it to the doctor. I got knocked down an entire letter grade ‘cause it was writen in crayon" (Hice un informe sobre los ataques al corazón, si quieres dárselo al doctor. Me bajaron un punto entero porque lo escribí con cera crayon, Brittany)
"I realize you’re only half orangutan, but I’m still very allergic to your lustrous ginger mane" (Me doy cuenta de que eres sólo medio orangután, pero aún soy muy alérgica a tu lustrosa melena pelirroja, Sue)
El Brittanazo de la semana:
"Is God an evil dwarf?" (¿Es Dios un enano diabólico?)
Hasta aquí está atrasada review de Grilled Cheesus. La próxima no se hará esperar tanto. ¿Qué os pareció este episodio? ¿Os gustan más los capítulos dramáticos o los humorísticos? Nos vemos en la siguiente review. ¡Hasta la próxima!
Las caras de Bélmez
Review Glee: Duets
Dúo, dueto, tándem... muchas cosas funcionan mejor de dos en dos. Aunque hay veces que no podemos conseguir nuestra otra mitad, y debemos salir adelante solos. Hay personas que necesitan apoyarse en una pareja, y también las hay que tienen a tanta gente alrededor que no necesitan a nadie más. Toda esta parafernalia, para hablar de Duets, el cuarto episodio de la temporada de Glee. El concurso de canciones a dúo ha sido sólo una excusa para desarrollar tramas relacionadas con las parejas, y la verdad, es que ha quedado un episodio interesante, con momentos muy graciosos y otros momentos muy románticos. ¿Lo comentamos?
La semana empieza con Puck en un reformatorio por estrellar su coche para robar una caja registradora, y es ahí donde Will presenta al nuevo miembro de New Directions: Sam. Sí, por fin se ha decidido a unirse al coro y dejar a un lado la preocupación por no convertirse en un apestado. Y con esta presentación, Will propone a sus chicos la tarea semanal, que es competir a dúo por una cena en Breadstix, un lugar donde pueden comer hasta reventar. Pues bien... si la cosa va de parejas, comencemos con...Kurt y Sam
Desde que le ve entrar por la puerta, Kurt está convencido de que Sam es gay, porque vamos, es imposible que un hetero se tiña el pelo. Pues que venga Kurt a España, que podrá ver a un montón de heteros-metrosexuales-canis rubios de bote, a ver si acierta con alguno... Sam, aunque se siente abrumado ante la absorbente presencia de Kurt, sabe que el chico tiene mucho talento, y no ve problema en ser su pareja para el dúo. Claro que una charla con Finn y un granizado en la cara, y las dudas le empiezan a surgir a cualquiera. Creo que han malmetido mucho contra Kurt, porque vale, el pobre ve posibilidades donde no las hay, y puede llegar a ser muy acosador, pero tampoco se merece quedarse solo. Y aquí, en petit comité, incluso yo he dudado de si Sam era gay. No por nada, sino porque hubiera sido un giro argumental muy interesante, ¿no? Al final, Sam se quedó con Quinn, y el pobre Kurt...
Kurt y... Kurt
¿Con quién va a hacer mejor pareja Kurt? Pues con él mismo, porque no hay nadie que pueda igualársele. Por una parte, Finn le hace ver que no debe hacer con Sam lo mismo que le hizo a él. Y por otra parte, Burt, que sigue recuperándose en su casa, le da una charla a su hijo sobre los chicos y sobre su manía de incomodar a sus objetivos amorosos, tal como pasó con Finn. Así, Kurt comprende que ya llegará el momento en el que alguien sea tan valiente como él y tan especial, y ese día podrá encontrar a su pareja. Mientras tanto, tendrá que volar solo. Por eso, participa en la competición de dúos él solo, interpretando una canción del musical "Víctor o Victoria", como solamente él sabe hacerlo. Bravo por Kurt. Claro que realmente, eso no es cantar a dúo, por mucho que se vista y maquille mitad hombre, mitad mujer. Para dúo dúo, el de...
Menudo par. Las dos chicas con más carácter del Glee Club unen sus fuerzas con un objetivo claro: ganar la espectacular cena. Sí, se llevan fatal y han tenido sus rifirrafes en el pasado, pero cuando hay un premio así de por medio, no hay quien las pare. Y a decir verdad, son las que más en serio se toman la competición, hasta el punto de cabrearse al comprobar que alguna pareja puede arrebatarles el título. Eso sí, el dúo que hacen, espectacular, un rock muy movido en el que ambas se lucen mucho y que hubiera resultado el ganador si no hubiera sido por el plan de...
Rachel y Finn
Para mi gusto, el "Don’t go breaking my heart" tampoco les hacía merecedores de la victoria, pero bueno, ellos (sobretodo ella) tenían muy claro que iban a ganar porque son la mejor pareja del coro. Rachel, en un poco usual ataque de humildad y generosidad, quiere que Sam gane la competición, para que coja confianza en sí mismo y los Nacionales salgan mejor. Como Finn dice, ¿no sigue siendo egoísta? Es decir, sí, sacrificará el premio de las parejas, pero a cambio, intenta ganar los Nacionales, algo que ella desea con todas sus fuerzas. Dejando motivaciones aparte, la parejita feliz decide dar un empujoncito a Sam y Quinn para que se hagan con la victoria. Y además, se presentan al concurso con una canción y un vestuario, que, perdonad mi ignorancia, no he entendido porqué resultaba tan tan ofensivo. Vale, lo del alzacuellos y la pose religiosa estaba fuera de lugar, pero como no sé qué canción es, ni su historia ni su mensaje, pues no puedo opinar y me guío por lo que se ve en el episodio.
Lo mejor de Rachel y Finn en este episodio, ver cómo trabajan en equipo y la charla que ambos mantienen con Quinn y Sam respectivamente. Y cómo no, esa forma de disimular que no se creen no haber ganado... han estado genial ambos. Ahora, de una pareja ya estable pasamos a hablar de una que parece estar surgiendo, la de...
Quinn y Sam
Romanticismo puro. Desde la primera escena de los dos juntos, con Quinn limpiándole el granizado a Sam, hasta la cena que comparten. Porque sí, como era previsible, ellos son los ganadores de la competición de dúos. Y no es para menos, porque como Satan dice (buenísimo el voto de Mercedes cambiándole el nombre a Santana), son asquerosamente encantadores. En los ensayos surge la química entre ambos, con ese momento de Sam enseñando a Quinn los acordes de la guitarra. Pero el beso al final no se produce, y Quinn decide que lo mejor es no seguir con eso. La entiendo, porque ha tenido un año muy duro (cosa que no deja de repetir), pero chica, que se te ha puesto en tu camino un Ken a tu medida, ¡aprovéchalo! Eso sí, a mí me sigue gustando más la pareja Quinn-Puck. Sam es como... muy empalagoso.
Tina y Mike
Los orientales enamorados llevan desde que empezó la temporada restregando su amor al pobre Artie, pero se avecinan malos tiempos, o eso creo yo. Nunca habíamos escuchado a Mike cantar, es más, está claro que su papel es el de bailarín, pero Tina quería hacer un dúo con él. Mike ha confirmado lo que ya se sospechaba, y es que no canta, baila (algo que hace muy bien). Tina, desoyéndole, se empeña en que su novio tiene que cantar. Ante las dificultades, la gótica del Glee Club acude a su ex novio, que le da calabazas. Muy bien ahí Artie, con orgullo. Finalmente, Mike y Tina interpretan el tema "Sing!", donde aprovechan las carencias de Mike para hacer un número musical cómico que les queda bastante bien. Por cierto, ¿soy yo o Tina está cogiendo algún kilito de más? Ahora, hablemos de la pareja más cómica del episodio. Nunca pensé que se pudieran emparejar dos personajes tan dispares como...
Artie y Brittany
Bueno, antes de nada, hay que comentar la escena entre Santana y Brit en la cama. La ausencia de Puck hace que la latina necesite desfogarse con otra persona, y no puede ser otra que la hilarante Brittany. Pero a la hora de hacer un dúo la cosa cambia. Santana no confía en el talento de su compañera, y la deja tirada para cantar con Mercedes. La pobre Brit ve en Artie su salvación, y mezclando sus ganas de ganar con el especial sentimiento que tiene hacia Artie y su situación. Dúo no hemos visto, porque la relación entre ellos acaba tan pronto como empieza, al descubrir Artie a través de Santana que Brittany le quiere sólo para ganar el concurso. Ya van dos los chicos desvirgados por las animadoras, porque... Kurt y Brittany al final no hicieron nada, ¿no? Yo, en realidad, creo que Brittany no sólo quería a Artie para ganar, porque la cara que se le ha quedado cuando él la ha dejado, y luego esa escena en el restaurante arrastrando la albóndiga con la nariz... si es que en el fondo Brit tiene un gran corazón. Por cierto, qué grande ella votándose a sí misma, y escribiendo en el papel Me!. Lo que no se le ocurra a Brittany... Y otro gran momento es cuando, empujando la silla de Artie, se gira hacia Santana, señala sus tetas y luego hace el gesto de no con el dedo. ¡Genial!
Ya hemos hablado de todas las pareja de Duets. Lo que tienen en común es que algunas han afianzado su relación, en otras se ven sombras de futuros problemas, otras se han formado... Y ha quedado un cabo suelto entre tanta pareja. Alguien muy especial que ha visto como su esperanza de encontrar a alguien como él se ha visto truncada. Pero de repente, su archienemiga ha decidido darle su apoyo, formando una de las mejores parejas en el coro:
Las dos personalidades más egocéntricas de Glee se han unido al final del episodio para regalarnos una actuación al más puro estilo broadway (en cuanto a las voces). Se nota que son las dos personas más divas del coro, y juntos pueden ponernos la piel de gallina. Si bien en el pasado han tenido sus encontronazos, Rachel entierra el hacha de guerra para decirle a Kurt que no está solo, y que si ganan los Nacionales será porque le tienen a él. Es un gesto muy a considerar, teniendo en cuenta lo poco humilde que es la señorita Berry.
Ahora sí, pasemos a repasar algunas de las mejores frases de Duets:
"What’s a duet?" (¿Qué es un dúo?, Will)
"A blanket" (Una manta/Una capa, Brittany)
"Psst! He’s on team gay. No straight boy dyes his hair to look like Linda Evangelista circa 1993" (Psst! Él está en el equipo gay. Ningún chico hetero se tiñe el pelo para parecerse a Linda Evangelista alrededor de 1993, Kurt)
"I’m only here because Puck’s been in the slammer for twelve hours now, and I’m like a lizard. I need something warm beneath me, or I can’t digest my food" (Sólo estoy aquí porque Puck lleva doce horas en la trena, y soy como un lagarto. Necesito algo cálido debajo de mí, o no puedo digerir la comida, Santana)
"Duets don’t work for me, and I don’t need you. What I need is to find a way to keep Santana off my heels. What I need is to find a way to torture Rachel. And I need to start learning to ignore people" (Los dúos no funcionan para mí, y no te necesito. Lo que necesito es encontrar una manera de mantener a Santana en mis talones. Lo que necesito es encontrar una manera de torturar a Rachel. Y necesito aprender a ignorar a la gente, Quinn)
"What are you doing?" (¿Qué estás haciendo?, Sam)
"We’re not using that. You’re paying" (No los vamos a usar. Vas a pagar, Quinn)
"Why?" (¿Por qué?, Sam)
"Because a gentleman always pays on the first date " (Porque un caballero siempre paga en la primera cita, Quinn)
El Brittanazo de la semana:
"You’ve never even made eye contact with me" (Nunca has tenido ni siquiera contacto visual conmigo, Artie)
"I know. For a while I thought you were a robot " (Lo sé. Por un tiempo pensé que eras un robot, Brittany)
"I know. For a while I thought you were a robot " (Lo sé. Por un tiempo pensé que eras un robot, Brittany)
Review Glee: The Rocky Horror Glee Show
¿Os digo la verdad? Esperaba otra cosa de este episodio. No es que no me haya gustado, es que creía que íbamos a ver más espectáculo. De todas formas, no ha estado mal, aunque para mí, le ha faltado algo de ritmo a la trama. Antes de empezar a comentar lo sucedido en el episodio, ¿conocéis la película The Rocky Horror Picture Show? Yo no la he visto, y por eso he buscado información, y tengo que deciros que ahora comprendo por qué tanta reflexión en el episodio sobre la idoneidad de que los chicos del coro representen la obra, pues en la película hay de todo: sexo, transexuales, homosexualidad... y no seré yo quien esté de acuerdo con que estos temas no deben ser tratados, al contrario, creo que en Glee deberían haber entrado algo más en el tema y haber respetado más la esencia real de la película. Pero amigos, así es EE.UU., tan avanzado en algunas cosas, y tan atrasado en otras... Que comience la review.
Por cierto, y hablando de escándalos, ¿os habéis enterado del revuelo que se ha montado durante los últimos días por unos posados de Dianna Agron, Cory Monteith y Lea Michele en una conocida revista? Si habéis visto las fotos, estaréis de acuerdo conmigo en que sí, son muy sugerentes, pero creo que han exagerado algunos sectores al decir que rozaban la pedofilia... Esta gente no sabe separar realidad y ficción (me refiero a los que han criticado las imágenes), y piensan que estos actores no deberían posar así porque interpretan a personajes adolescentes, menores de edad. Incluso Dianna ha pedido disculpas públicas si las fotos han molestado a alguien, pero también ha hecho una reflexión: ¿Por qué los niños pueden acceder a esa revista de adultos? Efectivamente, eso es lo primero a tener en cuenta. Los padres, en vez de escandalizarse, lo que deberían hacer es impedir que sus hijos accedan a material que ellos consideran perjudicial. A partir de la próxima semana, Glee se suma a la moda de las pre-reviews, don't stop believing!
Perdonad que me haya ido del tema principal, pero es que el asunto de la censura de ciertos aspectos del musical en el episodio me ha recordado al escándalo de las fotos. Volvamos con el episodio. La primera escena me ha encantado, por su originalidad (aunque la película también empieza así). Por si alguno no la ha reconocido, era Santana la que cantaba. Al ver este comienzo, he pensado que todo el capítulo iba a ser de ese estilo, como imitando la estructura de la película. Pero nada más lejos de la realidad. En este capítulo, nuestros chicos preparan el musical anual del instituto, y Will decide que sea "The Rocky Horror Picture Show" su inspiración. Claro que los motivos por los que toma esta decisión son un poco... cómo diría yo... vamos, que no decide con la cabeza, sino con la entrepierna.
Bueno, rompiendo una lanza a favor de Will, adapta el guión al entorno escolar, y reparte los papeles entre sus alumnos. Por extraño que parezca, Kurt rechaza el papel protagonista, porque debe llevar tacones, corsés y medias de rejilla, y es Mike el que acaba solicitando el personaje. Hasta que sus padres leen el guión y le prohíben participar. Ya decía yo que era demasiado temprano para que Mike protagonizara nada... Al final, Carl, que se sabe el musical de memoria, hace un casting para el papel (tocando así mucho las narices a Will y trastocando sus maléficos planes), pero acaba haciendo de Eddie (cuya única faceta que hemos visto es romper un muro con la moto), y el personaje de Frank N. Furter termina en manos de Mercedes, que realiza un gran espectáculo sobre el escenario.
Retomando el plan desesperado de Will, al incluír a Carl en el reparto, y aprovechando que Sam está un poco incómodo con el vestuario, decide actuar también en la obra, y pide ayuda a Emma para ensayar. La escena en la clase con la consejera cantando y desnudando a Will... muy caliente. Y Santana y Brittany espiando... bueno, ellas dos estaban un poco de pega, pero había que justificar las voces del coro, ¿no? Por un momento pensé que Emma se iba a rendir a los encantos físicos de Will, pero no, ella le cuenta a su novio lo ocurrido y él se presenta en el escenario para discutir con el profesor, diciéndole que esas no eran las reglas, delante de todo el Glee Club. Ay Will, si es que no aprenderás nunca...
Dejemos apartado un momento a Will y hablemos de Sue. Al contrario de lo que es habitual, esta vez la entrenadora apoya la decisión de realizar el musical en el instituto (perdonad que no escriba todo el tiempo el título, pero es que tiene tela...). ¿Y por qué? Muy sencillo, porque los nuevos directivos de la televisión local en la que colabora Sue son amantes de las malas noticias y de la prensa sensacionalista. Y claro, cuando observan el espacio de Sue en el informativo, se quedan prendados de ella y le sugieren que de cancha a la realización del controvertido musical, pues es una buena historia para la televisión, porque puede acarrear un verdadero escándalo. En cuento dicen las palabras mágicas (local Emmy), Sue corre para ayudar a Will con la obra. Pero una decisiva intervención de Becky (casi me muero de la risa con ella disfrazada de Sue), hace que Will vea la grabación en la que Sue critica la exposición de los menores a temas adultos sólo con la excusa de hacer arte y de expresarse libremente.
Como hemos dicho, en la obra se ve bastante carne, y Rachel, Finn y Sam tendrán que actuar muy ligeritos de ropa. Pooooooooooor cierto, si hubieran respetado la película, SPOILERS PARA QUIEN NO LA HAYA VISTO, hubiera habido escenas de cama entre Rachel y Sam, y entre Finn y Sam. Eso si que hubiera sido la leche. FIN DE SPOILERS. El problema está en que Finn no se encuentra a gusto con su cuerpo, y no quiere que se burlen de él. Por el contrario, Sam está encantadísimo, y no tiene inconveniente en mostrar su tableta de chocolate. En este episodio, he odiado profundamente a Sam... esa faceta suya de mazado en el gimnasio y enamorado de sus abdominales no me gusta nada.
He de decir que me ha encantado la teoría de Artie sobre por qué las chicas se fijan más en el cuerpo de los chicos que en otras épocas (lo cual no creo que sea cierto). Eso de que ahora las chicas pueden ver porno sin pasar vergüenza tiene su lógica. Y en cuanto a Finn, para superar su miedo y aceptar su cuerpo, decide pasearse en calzoncillos por el instituto. ¿Tanta preocupación por su físico y enseña esos calzoncillos tan sosos y de abuelo? En fin, que Figgins pone el grito en el cielo y le echa la bronca tanto a Finn como a Will, pero la cosa se queda en eso. Por otra parte, Sam empieza a desconfiar de su cuerpo, y se ve gordo (tiene narices la cosa), y además le da vergüenza salir al escenario con ese mini pantalón dorado, por lo que acepta que Will se quede con su papel.
"I’d like to preserve you, In a jar. In my basement" (A mí me gustaría conservarte a ti. En un frasco. En mi sótano, Mercedes)
"Yeah, early today, Artie asked if he could make a gigantic omelet when I’m done with the ostrich eggs I’m smuggling in my bra" (Sí, hoy temprano, Artie me preguntó si podía hacer una tortilla gigante cuando haya acabado con los huevos de avestruz que llevo de contrabando en mi sujetador, Santana)
"Um, also, miss Pillsbury, is there a way I could... wear, like, some gold board shorts or something? These are really short. I’m affraid I’m gonna show off my nuttage" (Eh, también, señorita Pillsbury, ¿hay una forma de que pudiera... llevar, como, algún pantalón corto dorado o algo? Estos son realmente cortos. Me temo que voy a enseñar mis pelotas, Sam)
"Give me some chocolate or I will cut you" (Dame chocolate o te cortaré, Becky)
El Brittanazo de la semana:
"So, what are you gonna be for Halloween this year?" (Entonces, ¿qué vas a ser en Halloween este año?, Kurt)
"I’m going as a peanut allergy" (Voy de alergia al cacahuete, Brittany)
Pues eso es todo. Lo único que me queda por comentar es que las pocas escenas que hemos visto sobre el escenario me han gustado mucho, y que por fin tenemos un número musical final en el que todo el Glee Club canta y que dura más de medio minuto. En cuanto a las tramas, pues sí, está bien ver de vez en cuando al Will más irracional, pero sólo de vez en cuando. Y también está bien que en algún capítulo no haya una trama específica para Rachel y deje planos al resto de compañeros. Que no digo que no me guste Rachel, al contrario, me encanta, pero también me gustan mucho los otros personajes y deberían tener más protagonismo.
Review Glee: Never Been Kissed
Antes de empezar la review, mil disculpas por el enooooooorme retraso que llevo desde el capítulo de hace dos semanas. Capítulo, por cierto, que me encantó, por su nivel de sorpresa, la introducción de nuevas tramas y el rescate del mítico enfrentamiento entre chicos y chicas que se produjo la temporada pasada en Vitamine D. El título del sexto episodio de esta temporada, Never been kissed, está muy relacionado con los dos protagonistas de las tramas: Kurt y la entrenadora Beiste. Dos grandes personajes que nos han dejado momentos mágicos y que se nota que pueden con eso y más. Dejémonos de preámbulos y... ¡que comience la review!
Lo primero que se me vino a la cabeza al saber el título del episodio fue la película protagonizada por Drew Barrimore, en la que interpretaba a una periodista que volvía a su instituto para hacer un reportaje, pero su adolescencia fue muy dura, y aún nadie la ha besado de verdad. Cuando la vi me resultó graciosa, pese a que a algunos este tipo de comedias les parece una auténtica bazofia. Aún me río de ese cruel mote, Josie Asquerosi (Josie Grosey en versión original). En fin, que algo tiene que ver la historia con el episodio de Glee, aunque muy ligeramente. Por un lado, tenemos a Kurt, que sigue aguantando las humillaciones y empujones de Dave Karofsky, el matón del equipo de fútbol. Llevamos mucho tiempo viendo esto, y a Kurt resignarse y auto compadecerse por ser el único gay que ha salido del armario en el McKinley. Necesita relacionarse con otros como él, y cuando se entera de que uno de los coros que se enfrentarán con New Directions en las locales es masculino y existe el rumor de que todos son homosexuales, se infiltra en el instituto para espiarles. Y tiene tan buena suerte que se encuentra con Blaine, el líder de los Warblers (el coro rival), y le muestra lo bien visto que está su coro en el instituto y lo bien que actúan. Las caras de Kurt viendo a Blaine cantando y bailando hablan por sí solas, este chico… se nos está empezando a enamorar… otra vez.
Pero parece que por fin acierta, porque Blaine también es gay, y le consuela con unas palabras de ánimo para que luche contra la homofobia del McKinley. Pero claro, cada vez que se cruza con Karofsky (vaya apellido más sencillito…), el nivel de ira va subiendo, hasta que Kurt ya no puede más y decide plantarle cara al matón. Yo creía que el grandullón iba a darle tal paliza a Kurt que se le iban a quitar las ganas de volver a enfrentarse a nadie… pero mi sorpresa fue mayúscula cuando Karofsky se lanza y besa a Kurt. ¡Me quedé tan petrificado como el propio Kurt! Lo peor es cuando se lo cuenta a Blaine, y van juntos a hablar con Karofsky. Por supuesto, él lo niega todo y se pone violento. En realidad, me da pena, porque está sufriendo mucho. Kurt lo tuvo difícil, sí, pero era algo que el resto de personas tenían más o menos asimilado. Por el contrario, Karofsky juega al fútbol, es un matón y jamás nadie pensaría que es gay, por lo que debe ser complicadísimo aceptarlo.
Hablemos de Beiste, la otra persona a la que nunca la habían besado. ¿Recordáis el método de Finn para bajar el calentón sexual? Me ha encantado que vuelvan a mostrárnoslo. Y hablando de eso con Sam, que tiene la cruz de tener que esperar pacientemente con Quinn, al rubio se le ocurre pensar en la entrenadora cuando le da el calentón. Al escapársele el nombre de Beiste, Quinn agarra un enfado de órdago, y corre a hablar con Sue del tema, que aprovecha para cargar contra su enemiga para así recuperar su adorado presupuesto. El momentazo de los cañones de confetti en el auditorio ha sido legendario, nunca dejará de sorprenderme Sue. También me ha hecho gracia que Tina sea la que fantasee con Beiste. Al enterarse la entrenadora, como es normal, se ha sentido defraudada y triste, y decide pedir la dimisión.
Pobre Beiste, con lo bien que me cae y lo que tiene que aguantar. Los chicos (y Tina) se sienten fatal por lo que han hecho, pero es Will el que convence a la entrenadora para que no tire la toalla y perdone a los alumnos. Tras una charla sentimental en la que Beiste nos cuenta lo mal que lo ha pasado siempre porque ningún chico la ve atractiva, Will se convierte en el primero en besarla. Espero que eso no haga que la entrenadora se haga ilusiones con Will, porque seguro que eso le provoca más sufrimientos innecesarios, y además el profesor está últimamente un poco desbocado.
Para Puck, lo bueno se acaba pronto, y de repente se encuentra acorralado en el despacho de Figgins, donde tiene una buena bronca y pierde los papeles. Me preocupa este Puck… lo que le pasa es que tiene una falta de cariño muy importante. Pensad que durante el último año dejó embarazada a Quinn, pero ella no confiaba en él. Después, cuando todo parecía arreglarse, la chica no quiso saber nada más de él, y fue ahí cuando entró en un torbellino de pequeños delitos que le llevó al reformatorio. En fin, que no lo ha tenido muy fácil, aunque eso no justifica sus actos. Por suerte, no han sido muy duros con él y le permiten continuar en libertad siempre que cumpla con sus obligaciones. A ver cuánto le dura…
En cuanto a lo que le ha sucedido al Glee Club en Never been kissed, pues ya lo he comentado al principio. Regresa el gran enfrentamiento de sexos, pero esta vez ambos equipos deben hacer cosas inesperadas, mediante la interpretación de canciones que pertenecen a géneros y grupos del sexo contrario. Mientras que las chicas cantan un mash-up de Bon Jovi y Rolling Stones, los chicos se endulzan con Diana Ross y En Vogue. La verdad, a mí me resulta difícil decir cuál de las dos actuaciones ha sido mejor. Pero los momentos más divertidos han sido en los que hemos visto a Kurt asesorando a los chicos para su actuación… este Kurt siempre igual de trasgresor.
Y tras repasar el episodio, quería comentar una cosa. ¿No os ha dado una continua sensación de Deja-Vu? El enfrentamiento musical entre chicos y chicas, la charla de Quinn con Sue diciéndole que quiere recuperar a su novio, la visión de Finn atropellando al cartero… Ha habido bastantes paralelismos con los inicios de la primera temporada. Por un lado, me ha encantado esto, pero por otro, es como recurrir a historias del pasado y repetirlas. Lo que me hace pensar, ¿en qué han cambiado los personajes durante un año? Está claro, todos son algo diferentes, y las situaciones no son las mismas, pero parece como si de repente todo hubiera vuelto atrás. Menos mal que en el siguiente episodio toda la historia es nueva y fresquita (grande Gwyneth).
"Kurt, gonna say it again… boy’s team" (Kurt, voy a decirlo otra vez… el equipo de chicos, Will)
"Do you know what kind of disgusting images I’m gonna have to look at to get this out of my head? I’m gonna have to go straight to the wound care center. I’m gonna have to stare some wounds" (¿Sabes la de imágenes asquerosas que voy a tener que mirar para sacar eso de mi cabeza? Voy a ir directa a la enfermería. Voy a tener que mirar heridas, Sue)
"It finally occurred to them to stop singing all that nonsense about how awesome it is to be alive or ugly or whatever the point is you guys are always trying to make. And instead? They just got mean. Congratulations, Will" (Finalmente se les ocurrió dejar de cantar tonterías sobre lo maravilloso que es estar vivo o ser feo o lo que sea que vosotros siempre intentáis hacer. ¿En vez de eso? Se han vuelto crueles. Felicidades, Will, Sue)
El Brittanazo de la Semana
"I’ve been squeezing your leg for, like, the last hour and a half. Are you not attracted to me?" (Te he estado apretando la pierna durante, no sé, la última hora y media. ¿No te sientes atraído por mí?)
Review Glee: The Substitute
Después de un episodio con más contenido dramático-sentimental, toca uno de los que te hacen reír todo el tiempo. Y The Substitute (un minuto de silencio en memoria de Lost...) cumple con las expectativas de sobra. Los ingredientes son los idóneos para un capítulo redondo: un golpe de estado llevado a cabo por Sue, una pequeña crisis en el Glee Club y la apoteósica entrada en escena de una maravillosa sustituta. La gran Gwyneth Paltrow borda su papel de profesora excéntrica, y nos regala momentos inolvidables en el séptimo capítulo de la temporada. Todo listo para empezar a comentar. Vamos a ello.
Sin tener en cuenta algunos pequeños movimientos, hacía tiempo que Sue no daba una gran sacudida en el McKinley. Pero por fin ha salido a flote la Sue que a todos nos gusta, la más perversa, estratega y vengativa. Con una jugada maestra, ha conseguido convertirse en la sustituta temporal de Figgins, que ha sido contagiado de una terrible gripe gracias a la entrenadora. Pues bien, el siguiente en caer, esta vez accidentalmente, es Will, no sin antes recibir la noticia de que la misión como directora de Sue es destruir el Glee Club (qué novedad…). Se ve que ya era mucho tiempo sin atacar a nuestros chicos.El caso es que sin Will, el coro ha sido tomado por Rachel, y la idea no le hace mucha gracia al resto de componentes. Pobre Rachel, vale que es un poco insoportable a veces, pero es que últimamente la odian demasiado. Kurt decide pedirle ayuda a la señorita Holly Holliday, la sustituta de Will en las clases de español. Por cierto, que español más poco español… Gwyneth habla muchísimo mejor nuestro idioma, pero como allí el español que se conoce es el mexicano, pues nos suena raro. Y ojo, que no digo que esté mal que el español que se enseñe allí sea el latino, pero me suena raro en boca de Gwyneth, que pronuncia las ces como tal y no como eses. Dejando este tema aparte, Kurt le pide a Holly que se haga cargo del Glee Club mientras Will se recupera. Y ella, encantada de la vida.
Holly representa todo lo opuesto a Will. Libertad, diversión sin consecuencias y ese puntito de locura que a veces le falta al profesor (exceptuando los ataques de locura transitoria cuando intenta recuperar a Emma). Para remarcar este aspecto, hemos tenido un par de flashbacks en los que Puck y Rachel le proponían a Will cantar algo diferente, pero el profesor no hace ni caso, cegado por su amor al grupo Journey. En cambio, Holly permite a los chicos explotar su creatividad, y demuestra tener un gran talento interpretando "Forget you" y más tarde la canción final de Chicago junto a Rachel, a la que se acaba ganando con este gesto después de que la soberbia solista intentara quitarse de en medio a la profesora. La escena en la que Rachel va a avisar a Will de la amistad de Holly con Sue y de la posibilidad de que le arrebate el puesto, ha sido buenísima, con la alumna protegida con una mascarilla y Will moqueando.
Siguiendo con Will, debo comentar la entrada en el terreno de juego de Terri, la desquiciada ex mujer. Por muy mala y loca que esté, ella sabe como nadie cómo cuidar a Will para que se cure. Sopitas, Cantando bajo la lluvia y… Vicks Vaporub. Sí, después de varios intentos fallidos y de que Will la apartara de su lado, finalmente con el momento masaje ha llegado el calentón y se han acostado juntos. Yo no entiendo nada. Sí, Will estaba pasando por un momento malo, estaba enfermo, seguramente febril, pero es que siempre le pasa lo mismo. ¿No está tan enamorado de Emma? ¿De verdad piensa que no se enterará de lo que ha pasado? En serio, Will, nunca, nunca, aprenderás. Hay que recordar que fue precisamente esto lo que hizo que Emma dejara a Will, cuando se lió con Shelby Corcoran, entre otras cosas. En fin, todo un despropósito que no ayuda nada a la reconciliación. Menos mal que tras la enfermedad, Will vuelve a renegar de Terri y le dice que no vuelva. A ver cuanto dura.
Pero lo que más me ha interesado de Mercedes en este episodio es lo mismo que le preocupa a Kurt. El chico está muy feliz con su creciente relación con Blaine, y quiere que su amiga también encuentre un chico con el que ser feliz. Yo, si fuera Mercedes, me hubiera quedado con el jugador de fútbol sin pensármelo, pero ella sólo estaba centrada en su comida. Un momento muy gracioso ha sido la conversación en el restaurante, en la que Mercedes se aburría como una ostra, incluso viendo alucinaciones de un bolsito rosa saliendo de la boca de Kurt. Casi me meo. Pero bueno, en realidad la entiendo, porque es un rollazo estar de sujeta velas y totalmente desubicado. Eso sí, la última conversación con Kurt yo creo que la ha dejado un poco tocada. Me ha dado pena verla así de afectada. Sólo espero que Mercedes encuentre a ese chico que necesita pronto, o que no lo encuentre si no quiere, pero que se cuide y esté bien con ella misma.
¿Qué me dejo? Ah sí, el encuentro del final de Kurt y Karofsky. El bruto jugador le hace una advertencia a Kurt que me ha puesto los pelos de punta: si le cuenta a alguien más (ya lo sabe Blaine) lo del beso, le matará. Espero que sólo sean palabras, aunque del desarrollo de esta trama hablaremos en la siguiente review, que hay mucha pero que mucha tela por cortar.
"Class, in Mr. Shuester absence, I’d like to go around and ask everyone what solos they’d like to hear me perform at sectionals" (Clase, en ausencia del Sr. Shuester, me gustaría preguntaros a todos qué solos os gustaría oírme interpretar en las locales, Rachel)
"I thought you’d never ask" (Pensé que nunca me lo preguntarías, Holly)
"They look like deep-fried deer poop " (-Las bolas de patata- Parecen caca refrita de ciervo, Brittany)
"Do you know what this is?" (¿Sabes qué es esto?, Sue)
"Toilet brush" (Una escobilla del váter, Mercedes)
"It’s broccoli. When I showed this to Brittany earlier, she began to whimper, thinking I had cut down a small tree where a family of gummy bears lived" (Es brócoli. Cuando se lo enseñé antes a Brittany, ella empezó a llorar, pensando que yo había talado un pequeño árbol donde vivía una familia de ositos de gominola, Sue)
"Rachel, you suck! Oh my God, you’re like a total Drag. Has anyone ever told you that?" (Rachel, ¡apestas! Dios mío, eres como una drag total. ¿Te lo ha dicho alguien alguna vez?, Holly)
"I have" (Yo lo he hecho, Puck)
"I got to be honest with you, Will. A lot of it’s the hair thing. In fact, right now I’m tempted to sell your scalp on the black market as a tiny, full-lenght shearling coat for only the most fasionable of premature babies" (Voy a ser honesta contigo, Will. Tiene mucho que ver con el asunto del pelo. De hecho, ahora mismo estoy tentada a vender tu cabellera en el mercado negro como un minúsculo abrogo de lana de cordero de cuerpo entero sólo para los bebés prematuros más de moda, Sue)
El Brittanazo de la Semana
"Mr. Shue taught me the second half of the aphabet. I stopped after -m- and -n-. I felt they were too similar and got frustrated " (El Sr. Shue me enseñó la segunda parte del alfabeto. Me paraba después de la -m- y la -n-. Sentía que eran demasiado similares y me frustraba)
Review Glee: Furt
Amigos. Amigas. Gleeks... ¡Glee ha vuelto! Podría decir aquello de más vale tarde que nunca. O eso de nunca es tarde si la dicha es buena. O no por mucho madrugar amanece más temprano. Bueno, igual esa última no. Pero a lo que iba: Glee está aquí, y está para quedarse. Un nuevo y genial colaborador (yo) se hará cargo de las reviews de la serie, a no ser, claro, que los jefes me echen a patadas, o que los lectores me insultéis tan salvajemente que caiga en depresión y me retire a un monasterio budista. Mientras eso no suceda, aquí me tenéis. Había ganas de Glee, ¿no? ¡Pues vamos allá!
El capítulo arranca con un notición: ¡Carole y Burt se van a casar! Como no podía ser de otra forma, Kurt se encargará de planificarlo todo: decoración, flores, clases de baile a los novios... ¡Incluso se le ocurre la idea de soltar 300 palomas para que salgan volando! Un pequeño inciso aquí: ¿os gustaría una boda planificada por Kurt? Pensáoslo dos veces antes de responder. A mí me daría un poco de miedo después de ver cómo decoró la habitación que iba a compartir con Finn... En cualquier caso, él está más contento que el chimichurri (vale, me he inventado la expresión, y no, no tiene ningún sentido, pero es que "chimichurri" siempre me ha parecido una palabra muy alegre). Finn no parece estar tan contento, pero, ¡Caray! ¡Es la boda de su madre! Abrazo familiar y todos tan felices. ¿Y adivináis quién va a cantar en la boda? Pues claro. Ellos....y así, como un elefante en una cacharrería, entra Álex Merino en Todoseries; ¡retomamos las reviews donde las dejamos!
Pero la cosa no se queda ahí. Por lo visto, tenemos otra boda: la de Sue Sylvester. Se pone a buscar citas por Internet, y la única persona que encaja con su perfil es: Sue Sylvester. Así que, ni corta ni perezosa, la tía organiza una boda consigo misma. ¿Y por qué no? Atentos al momento en el que está preparando los sobres con las invitaciones: utiliza un sello con su cara. Desde luego, no podemos decir que Sue no haga buena pareja consigo misma. Se adora. De hecho, ella misma oficiará la boda. Y va a haber una ilustre invitada: Doris, su madre, una cazadora de nazis que tras dos años de búsqueda ha atrapado al "último nazi", el sobrino-nieto de Eva Braun. Vaya tela con la madre de Sue. ¡Y encima quiere cantar en la boda de su hija! Luego comentamos...
Otro de los grandes temas del capítulo es el acoso que sufre Kurt por parte de Karofsky. Qué mal nos cae a todos este chico... no sólo es un homosexual reprimido, sino que ataca a Kurt por tener la valentía de ser quien es y mostrarse al mundo como tal. El caso es que Kurt se siente amenazado por ese gorila, y va con Will a visitar a Sue en busca de ayuda. Ésta se muestra dispuesta a ayudarle, pero no hay nada que pueda hacer legalmente a no ser que le ponga la mano encima, en cuyo caso lo expulsará con mucho gusto (literalmente: creo sinceramente que Sue siente pequeños calambres de placer cuando expulsa, insulta, ataca, etc.) Y hablando de insultar: cuando le llama "lady" a Kurt, éste le dice que eso es ofensivo, a lo que ella responde que pensaba que ese era su nombre. Sí, es insultante, ¡pero qué grande es Sue!
Finalmente es Burt quien, al enterarse de que su hijo ha sido amenazado de muerte, acude a Sue y consigue que expulsen a Karofsky. ¡Genial el momento en el que Burt agarra a Karofsky en los pasillos y lo estampa contra los casilleros! Además, echa en cara a Finn no haber defendido a Kurt. Pero hay otra cosa en la que Finn también ha sido un completo cobarde: no le ha contado a Rachel que se acostó con Santana, y ahora ella piensa que los dos están guardando su virginidad el uno para el otro. Pobre Rachel.
¡Y por fin llega la boda! Bonita canción del Glee Club ("Marry you", de Bruno Mars), ideal para la situación. Carole y Burt se dicen sus votos matrimoniales. Qué bonito y qué gran frase de Carole: "Normalmente, cuando una mujer se casa consigue un hombre. Yo conseguí dos. Uno me salvó de mi guardarropa. El otro simplemente me salvó." Después el famoso "sí, quiero" y más canciones: Will canta "sway", versión Michael Buble, en la que los recién casados ponen en práctica las lecciones de baile de Kurt. Nada mal, por cierto.
La boda de Sue es todo lo contrario. Las únicas invitadas son su madre y su hermana. ¡Y ese vestido-chándal azul que lleva! Su madre se revela, dice que la boda es rara (y razón no le falta), así que Sue la desinvita. Doris le dice que aún no ha cantado su canción, a lo que Sue le responde: "estás invitada a cantar The sound of silence, en la habitación de tu hotel, ahora mismo". Sue las ha soltado a pares hoy. ¡Qué mujer!
Y para acabar el capítulo, una buena noticia y una mala. La buena es que Quinn ha aceptado la propuesta de Sam. En serio, es urgente, ¿por qué resulta tan atractivo un hombre golpeado? La mala, malísima, horrorosa, es que Karofsky ha sido absuelto por la junta escolar y se va a reincorporar al instituto. La conclusión de esto es que Kurt decide abandonar el McKinley. Creo que todos estaremos de acuerdo en que "New Directions" no va a ser lo mismo sin él. Kurt estaba siendo el alma de la segunda temporada y ahora nos lo quitan. Es como cuando te dan un bocado de un pastel que está riquísimo y dices "¡Mmm, qué bueno, quiero más!", pero no te dan. Malditos...
Ya sabemos cómo sigue la historia, es lo malo de llevar tanto retraso con las reviews... pero pasito a pasito llegaremos a la puesta al día.
Reviews Glee: Special Education/A Very Glee Cristhmas
Y volvemos con nuestra maratón particular de Glee. El objetivo es claro: ponernos al día cuanto antes. El método: reviews dobles. Sí, ya sé que puede ser un poco raro (¿cómo juntas el capítulo de las Sectionals con el especial navideño?), pero intentaremos hacerlo llevadero. El resultado: pasad y juzgad vosotros mismos. Con piedad, no me seáis Santanas… Y advierto que es largo, así que se aceptan siestas entre párrafo y párrafo.
Empezamos con el 2x09. ¿No os pasa que cuando toca capítulo de sectionals/regionals/nationals os ponéis nerviosos y a dar palmadas como tontitos? Igual soy sólo yo, no sé. El caso es que aún sigo esperando algo parecido al Don’t rain in my parade de Rachel de la temporada pasada, una de las mejores actuaciones de la serie, y con este tipo de capítulos me pongo… pues eso, tontito, de eso que los compañeros de piso me ven y dicen: "Déjame adivinar… hoy hay competición en Glee, ¿verdad?". Pues bien, este capítulo nos deja tiesos desde el principio: Rachel no va a cantar ningún solo. Y no sólo eso: los responsables de defender New Directions van a ser Barbie y Ken… perdón, Quinn y Sam, y Santana. En serio, Will Schuester: who told you you’re allowed to rain on Rachel’s parade? Aún así, como no podia ser de otra manera, la señorita Berry se saca de la manga una pedazo de actuación con Kurt en ese maravilloso "Don’t cry for me Argentina" del musical "Evita". Curiosidad: Cuando se rodó la película "Evita" en Argentina se armó un revuelo del quince por el hecho de que Maddona interpretara a un ser tan querido como Eva Perón, porque la cantante representaba valores casi opuestos a los de Perón. Por eso, y para que los espectadores no vieran en la película a la polémica cantante sino a su personaje, Maddona decidió vestir y comportarse como Eva Perón durante todo el periodo de promoción de la película.
Sin Kurt en el Glee Club, hace falta un nuevo fichaje que supla su ausencia. Y ese no es otro que la gran Lauren Zizes. Lo de "gran" era literal, por cierto. Ya la habíamos visto anteriormente, como en el capítulo de Britney Spears, pero esta vez viene para quedarse. Los que hemos visto los siguientes capítulos sabemos que la enorme Lauren va cobrando importancia con el tiempo. ¡Qué bien me cae la muy foca! Perdón.
Por otra parte, Rachel se ha enterado de lo de Finn con Santana. Mira que es tonto Finn… ¿Tan difícil era contárselo desde el primer momento? ¡Ni siquiera estaban juntos cuando pasó! Veremos cómo lo encaja Rachel… de hecho, lo vemos unos párrafos más abajo.
Y llega la miga del capítulo: ¡La competición! Sinceramente, creo que para la competencia que tenían, hubieran ganado igual aunque hubiera cantado Lauren sola. Porque vamos, los abuelillos esos cantando… sí, molan, porque son viejitos y tal, pero musicalmente no valen mucho. Y los Warblers… en fin, no voy a meterme con ellos tan pronto (ya llegarán los capítulos en los que pueda "piropearlos" a gusto), pero sus cancioncitas tipo "vestimos igual, cantamos igual, nos movemos igual, somos el mismo" me ponen de los nervios. Y, para colmo, tenemos que ver a Kurt, probablemente el alma más libre de la serie, en ese coro sectario. Lo mejor de su actuación es sin duda ver a Rachel, la mujer más competitiva de la actualidad televisiva, apoyando con entusiasmo a su amigo desde su butaca.
Al grano: ¡La actuación! Arrancamos con un muy bonito "(I’ve had) the time of my life", a cargo de la parejita de guapos: Quinn y Sam. Bonita, ¿no? No me ha puesto los pelos de punta como lo hacían Rachel y Finn con sus baladas, pero un aplauso para ellos. Sobre todo Quinn. ¿Cómo se puede ser tan guapa? Eso sí, a veces da la impresión de que canta como si estuviera debajo del agua, ¿o es cosa mía? Y luego, de postre, nos regalan la canción "Valerie", perfecta para la increíble voz de Santana, y un baile de Brittany y Mike que es… veamos… ¿cómo se dice cuando algo es mejor que genial? Soberbio, superlativo, lo más.
¿Ganador(es)? Warblers y New Directions. Lo de los Warblers no lo entiendo, pero imagino que es una excusa para mantener a Kurt en las siguientes competiciones. En serio, ¿cuándo volverá a New Directions? Yo ya le echo de menos.
Algunas sorpresillas para acabar: Emma se ha casado en Las Vegas (lo cual es muy poco propio de ella, pero la mujer anda algo revolucionada con su nuevo novio… marido). La otra sorpresa es más demoledora: en un arrebato de despecho, Rachel se lía con Puck. De hecho, si la cosa no va a más es por él, que no quiere volver a hacerle eso a Finn. Rachel, hija mía, ¿por qué? ¡Si hasta tiene en su taquilla un calendario con la foto de dos gatitos con sus caras!
El capítulo acaba con "Dog days are over", pero más bien da la impresión de que esos dog days no han hecho más que empezar. ¿Qué osha parecido? Yo soy muy malo intentando valorar objetivamente los capítulos de Glee, porque después de ver cada uno de ellos sólo me salen palabras como "¡Brutal!", o "¡Qué gran serie!", o "¿Por qué no hay Glee todos los días?" Pero no hay todos los días, no… y ahora toca esperar al especial navideño.
Y como las reviews dobles es lo que tienen, poco hemos tenido que esperar para comentar "A very Glee christmas"… ¡Tacháaan! Aquí estamos pues, 2x10 y avanzando (¡vamos, Alex, vamos, ya casi estás!). Empiezo con una confesión: este es el capítulo que menos me ha gustado de la temporada hasta ahora. O al menos lo era, antes de repasarlo en profundidad para esta review. Es un capítulo especial, y como tal ha de ser visto. Si aún queda alguien despierto por ahí, que siga leyendo. ¡Papá Noel visita Glee!
Lo más importante y lo mejor de este capítulo es Brittany, y es que la chica sigue creyendo en Papá Noel y la magia de la Navidad. ¿Y por qué no?, me pregunto. Al fin y al cabo, es esa inocencia infantil la que sustenta esta festividad. Y Brittany, lo que es inocencia, la tiene a puñados. Genial el momento cuando se acerca a una mujer disfrazada de elfo en unos grandes almacenes y le suelta una de las muchas perlas del capítulo: can I be honest? I don’t understand the difference between an elf and a slave (¿Puedo ser honesta? No entiendo la diferencia entre un elfo y un esclavo), para más tarde rematar diciéndole a esa misma mujer: just know you have rights (simplemente sabe que tienes derechos).
El caso es que la buena de Brittany, que cree que en ese mágico día de Navidad cualquier cosa es posible, le pide a Santa (Santa Claus, no Santana), que obre un milagro: que Artie recupere la movilidad y pueda caminar de nuevo. Ups…! Sólo hay una opción de que todo salga bien y Brittany no pierda la fe: que Beiste se disfrace de Santa Claus, entre en su casa, y le explique que no puede hacer lo que le ha pedido.
Mientras, los profesores han organizado una especie de Amigo Invisible, y a Will le ha tocado Sue. A todos nos ha tocado alguna vez hacer un regalo a alguien al que no tenemos ni idea qué regalar, pero… ¡Sue! No se me ocurre nada peor… Will empieza a elaborar una lista: un perro robot, un alma… la tarea es poco menos que imposible, pero si alguien puede ayudar, ése es Kurt (que, por cierto, se marca un pedazo de dueto, "Baby it’s cold outside", con Blaine). Así que Will hace una visita al señorito Hummel, y éste tiene la idea perfecta: un chándal forrado de piel para los días de frío. Lo que aún ninguno sabe es que Sue ha vuelto a hacer de las suyas y ha saboteado el Amigo Invisible. De hecho, ella es la Amiga Invisible de todos, así que recibe los regalos de todos los profesores. Cuando Will y Beiste se dan cuenta, y como los regalos no pueden ser devueltos (Sue los ha abierto todos y los ha chupado uno a uno para que nadie los tocara) deciden donarlos a los niños sin techo.
You’re a mean one, Sue the Grinch… ¡y tan malvada! Sue destroza toda la decoración navideña y parte de los regalos disfrazada de Grinch, como pensando aquello de "si yo no puedo tenerlos, entonces nadie los tendrá". La canción me parece de lo mejorcito del capítulo, con Beckie disfrazada de reno. Pero lo que Sue no podía esperar es que Brittany llegara en ese preciso momento, y confunde a Sue con Santa Claus. No me digáis que Brittany no es una monada: ha ido a llevar una casa de muñecas para los niños sin techo, para que al menos sus muñecos tengan un hogar.
Mientras tanto, Rachel intenta por todos los medios que Finn, con eso de que es Navidad, le perdone su infidelidad, pero el chico está un poco desengañado. Como él mismo dice, las dos novias que ha tenido le han sido infieles. Vaya panorama.
Y llegamos al que para mí es el mejor momento del capítulo: la visita de Beiste a Brittany disfrazada de Santa. Le pregunta si, además de que Artie vuelva a caminar, no desea nada más en el mundo, a lo que la rubia responde que no. Entonces Beiste le cuenta la historia de una niña regordeta que todos los años le pedía lo mismo a Santa Claus: parecerse más a las otras chicas, no ser tan regordeta. Santa no pudo darle eso, pero le dio otra cosa: paciencia. Y esa chica regordeta, con los años, agradeció a Santa que no hubiera cumplido su deseo, pues ser como era le ayudó a ser fuerte y a aceptarse.
Concluyendo: como todo especial navideño que se precie, éste también tenía que acabar con un final feliz de esos que dices: "¡Madre mía, qué cursi! Y lo que tengo en los ojos… no, qué va, no son lágrimas, es que me ha entrado una mota de polvo". Pues bien, Santa no puede hacer que Artie vuelva a caminar, pero Beiste sí, por eso le compra un aparato especial llamado Rewalk (y que Brittany confunde con un Transformer). ¡Qué detalle tan grande de una mujer con el corazón aún más grande!
Y aún tenemos otro happy-moment para conluir el capítulo: Will llega a su casa dispuesto a pasar la Nochebuena solo cuando un ruido le alerta de que hay alguien más en casa: Sue. La mujer ha puesto un árbol de navidad fantástico en su salón, y está dispuesta a devolver todos los regalos, al menos los que no ha destrozado ya. Y hay más: todos los miembros de New Directions están ahí, para celebrar el día con él.
Snif, snif… plas, plas, plas… La verdad es que cuando lo vi por primera vez pensé que era excesivamente pastelón, pero viéndolo ahora con distancia, creo que hacer un capítulo navideño es justo lo que exige: ser un poquito cursi, que todo sea bonito y acabe bien. ¿Y qué? Quien no disfruta de la Navidad es porque no quiere. En el fondo, creo que todos tenemos un poco de envidia de Brittany.
Bueno, pues con esto se acaba la entrega de hoy. Comentad toooodo lo que se os ocurra: las canciones, los momentazos, los rollos que meto… ¡pero comentad, comentad! Cada vez estamos más cerca de ponernos al día. ¡Yuju!
![Glee Glee](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_scS4uWSfpjahax4wnoKid8iHiNn4S3K10CGH8ofhQwv_WNd_NGu3dADyTGGDxn9uqGaaFhSeOzh7CoFs8yX-wOe23C-qXkRKzzGetLB80t-u5UmPdfyu1K5Zfvd87K8afiDgg6SJg-RaNYTgnTkZpStJejxxoZuO4Ubw=s0-d)
Por otra parte, Rachel se ha enterado de lo de Finn con Santana. Mira que es tonto Finn… ¿Tan difícil era contárselo desde el primer momento? ¡Ni siquiera estaban juntos cuando pasó! Veremos cómo lo encaja Rachel… de hecho, lo vemos unos párrafos más abajo.
Y llega la miga del capítulo: ¡La competición! Sinceramente, creo que para la competencia que tenían, hubieran ganado igual aunque hubiera cantado Lauren sola. Porque vamos, los abuelillos esos cantando… sí, molan, porque son viejitos y tal, pero musicalmente no valen mucho. Y los Warblers… en fin, no voy a meterme con ellos tan pronto (ya llegarán los capítulos en los que pueda "piropearlos" a gusto), pero sus cancioncitas tipo "vestimos igual, cantamos igual, nos movemos igual, somos el mismo" me ponen de los nervios. Y, para colmo, tenemos que ver a Kurt, probablemente el alma más libre de la serie, en ese coro sectario. Lo mejor de su actuación es sin duda ver a Rachel, la mujer más competitiva de la actualidad televisiva, apoyando con entusiasmo a su amigo desde su butaca.
Al grano: ¡La actuación! Arrancamos con un muy bonito "(I’ve had) the time of my life", a cargo de la parejita de guapos: Quinn y Sam. Bonita, ¿no? No me ha puesto los pelos de punta como lo hacían Rachel y Finn con sus baladas, pero un aplauso para ellos. Sobre todo Quinn. ¿Cómo se puede ser tan guapa? Eso sí, a veces da la impresión de que canta como si estuviera debajo del agua, ¿o es cosa mía? Y luego, de postre, nos regalan la canción "Valerie", perfecta para la increíble voz de Santana, y un baile de Brittany y Mike que es… veamos… ¿cómo se dice cuando algo es mejor que genial? Soberbio, superlativo, lo más.
¿Ganador(es)? Warblers y New Directions. Lo de los Warblers no lo entiendo, pero imagino que es una excusa para mantener a Kurt en las siguientes competiciones. En serio, ¿cuándo volverá a New Directions? Yo ya le echo de menos.
Algunas sorpresillas para acabar: Emma se ha casado en Las Vegas (lo cual es muy poco propio de ella, pero la mujer anda algo revolucionada con su nuevo novio… marido). La otra sorpresa es más demoledora: en un arrebato de despecho, Rachel se lía con Puck. De hecho, si la cosa no va a más es por él, que no quiere volver a hacerle eso a Finn. Rachel, hija mía, ¿por qué? ¡Si hasta tiene en su taquilla un calendario con la foto de dos gatitos con sus caras!
El capítulo acaba con "Dog days are over", pero más bien da la impresión de que esos dog days no han hecho más que empezar. ¿Qué osha parecido? Yo soy muy malo intentando valorar objetivamente los capítulos de Glee, porque después de ver cada uno de ellos sólo me salen palabras como "¡Brutal!", o "¡Qué gran serie!", o "¿Por qué no hay Glee todos los días?" Pero no hay todos los días, no… y ahora toca esperar al especial navideño.
Lo más importante y lo mejor de este capítulo es Brittany, y es que la chica sigue creyendo en Papá Noel y la magia de la Navidad. ¿Y por qué no?, me pregunto. Al fin y al cabo, es esa inocencia infantil la que sustenta esta festividad. Y Brittany, lo que es inocencia, la tiene a puñados. Genial el momento cuando se acerca a una mujer disfrazada de elfo en unos grandes almacenes y le suelta una de las muchas perlas del capítulo: can I be honest? I don’t understand the difference between an elf and a slave (¿Puedo ser honesta? No entiendo la diferencia entre un elfo y un esclavo), para más tarde rematar diciéndole a esa misma mujer: just know you have rights (simplemente sabe que tienes derechos).
El caso es que la buena de Brittany, que cree que en ese mágico día de Navidad cualquier cosa es posible, le pide a Santa (Santa Claus, no Santana), que obre un milagro: que Artie recupere la movilidad y pueda caminar de nuevo. Ups…! Sólo hay una opción de que todo salga bien y Brittany no pierda la fe: que Beiste se disfrace de Santa Claus, entre en su casa, y le explique que no puede hacer lo que le ha pedido.
Mientras, los profesores han organizado una especie de Amigo Invisible, y a Will le ha tocado Sue. A todos nos ha tocado alguna vez hacer un regalo a alguien al que no tenemos ni idea qué regalar, pero… ¡Sue! No se me ocurre nada peor… Will empieza a elaborar una lista: un perro robot, un alma… la tarea es poco menos que imposible, pero si alguien puede ayudar, ése es Kurt (que, por cierto, se marca un pedazo de dueto, "Baby it’s cold outside", con Blaine). Así que Will hace una visita al señorito Hummel, y éste tiene la idea perfecta: un chándal forrado de piel para los días de frío. Lo que aún ninguno sabe es que Sue ha vuelto a hacer de las suyas y ha saboteado el Amigo Invisible. De hecho, ella es la Amiga Invisible de todos, así que recibe los regalos de todos los profesores. Cuando Will y Beiste se dan cuenta, y como los regalos no pueden ser devueltos (Sue los ha abierto todos y los ha chupado uno a uno para que nadie los tocara) deciden donarlos a los niños sin techo.
Mientras tanto, Rachel intenta por todos los medios que Finn, con eso de que es Navidad, le perdone su infidelidad, pero el chico está un poco desengañado. Como él mismo dice, las dos novias que ha tenido le han sido infieles. Vaya panorama.
Y llegamos al que para mí es el mejor momento del capítulo: la visita de Beiste a Brittany disfrazada de Santa. Le pregunta si, además de que Artie vuelva a caminar, no desea nada más en el mundo, a lo que la rubia responde que no. Entonces Beiste le cuenta la historia de una niña regordeta que todos los años le pedía lo mismo a Santa Claus: parecerse más a las otras chicas, no ser tan regordeta. Santa no pudo darle eso, pero le dio otra cosa: paciencia. Y esa chica regordeta, con los años, agradeció a Santa que no hubiera cumplido su deseo, pues ser como era le ayudó a ser fuerte y a aceptarse.
Concluyendo: como todo especial navideño que se precie, éste también tenía que acabar con un final feliz de esos que dices: "¡Madre mía, qué cursi! Y lo que tengo en los ojos… no, qué va, no son lágrimas, es que me ha entrado una mota de polvo". Pues bien, Santa no puede hacer que Artie vuelva a caminar, pero Beiste sí, por eso le compra un aparato especial llamado Rewalk (y que Brittany confunde con un Transformer). ¡Qué detalle tan grande de una mujer con el corazón aún más grande!
Y aún tenemos otro happy-moment para conluir el capítulo: Will llega a su casa dispuesto a pasar la Nochebuena solo cuando un ruido le alerta de que hay alguien más en casa: Sue. La mujer ha puesto un árbol de navidad fantástico en su salón, y está dispuesta a devolver todos los regalos, al menos los que no ha destrozado ya. Y hay más: todos los miembros de New Directions están ahí, para celebrar el día con él.
Snif, snif… plas, plas, plas… La verdad es que cuando lo vi por primera vez pensé que era excesivamente pastelón, pero viéndolo ahora con distancia, creo que hacer un capítulo navideño es justo lo que exige: ser un poquito cursi, que todo sea bonito y acabe bien. ¿Y qué? Quien no disfruta de la Navidad es porque no quiere. En el fondo, creo que todos tenemos un poco de envidia de Brittany.
Bueno, pues con esto se acaba la entrega de hoy. Comentad toooodo lo que se os ocurra: las canciones, los momentazos, los rollos que meto… ¡pero comentad, comentad! Cada vez estamos más cerca de ponernos al día. ¡Yuju!
fuente :http//todoseries.com/
![Sue Sylvester no siente nada después de ver el número de las Cheerios Glee S02E11 01 [Recap] 2x11 Glee: The Sue Sylvester Shuffle](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_tI8jdUvNKoBQN3qIv1bwUviw1N5LVevzNGosbi111c-mqDHWP-ssLFNV-8uAmEgu63k0e5b87vrwQ_gSLbsEhHpeEfSYwuxvIA0HhX0CcAxgvJ9kVFcPk=s0-d)
The Sue Sylvester Shuffle hace gala de Sue Sylvester, este personaje que tanto amamos y odiamos a la vez — si nos detenemos un momento a pensarlo, es la reina del abuso en McKinley High —. El episodio retoma el arco sobre el abuso, el tan comentado bullying, mismo que a la vez marca una evolución en Dave Karofsky. También se rescata la idea de jerarquías y “etiquetas” entre estudiantes de una preparatoria. En tanto, los profesores buscan la manera de unirlos para eliminar la violencia; como sugerencia, Will Schuester dice adoptar al equipo de americano en su coro por una semana — más como un requisito para jugar en el campeonato.
Comencemos con Sue Sylvester, la mujer sin sentimientos. La última vez que la vimos, derramaba una lagrimita gracias a los cánticos navideños de New Directions. Pero cuando se trata de la competencia, la entrenadora de las Cheerios no se toca el corazón. El episodio abre con una espectacular rutina de las porristas, que ante los ojos de Sue resulta aburrido. Con tal de satisfacer esta sed de éxito, de sentir la gloria, es capaz de poner en peligro la vida de sus estudiantes y maltratarlas tanto física y psicológicamente en el proceso. Tenemos los golpes con pedazos pollo sintético — algo que, para mi, ya cae en ridículo — y la presión hacia Brittany, quien no quiere morir pero está dispuesta a sacrificarse todo por el bienestar de los “bebés cañones”.
![El huracán Sue Sylvester destruyendo todo a su paso Glee S02E11 02 [Recap] 2x11 Glee: The Sue Sylvester Shuffle](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_sObzAFi6f_6jaTyogMu1w6tdm6hVQDap9YOR-mZ5-GxNKExvRXvxTYxG-s-UdSVk_kDTSPS9OlEzx3Ud-zpVVIKeFPy7Iw4gaTt6khoFp7On02qA7Glg=s0-d)
Superando las peleas frustradas a lo largo del episodio, la oda a la violencia se ve en el huracán Sue Sylvester, quien destruye todo lo que se encuentra a su paso durante un berrinche colosal. Este momento resulta especialmente catastrófico, para el coro y el equipo de americano, cuando comunica a sus colegas sobre el cambio de fecha para la competencia regional de sus porristas. Y mientras ella intenta separarlos, los estudiantes se unifican en un nuevo proyecto, logrando un momento de una armonía; el doble arcoiris zombi que menciona Brittany.
Quien iba a decir que el campamento zombi fuera todo un éxito. Los chicos lograron montar dos números musicales, se dieron una oportunidad de hacer algo nuevo. Así como el equipo de americano se rendía ante la expresión y el arte del Glee Club, otros escalaban en la “cadena alimenticia” de la escuela: el equipo de hockey. Entre el baño de slushies y la frase «convirtieron gay a Karofsky», se destruye la paz zombi que se había creado entre los grupos. Por un momento los jugadores sintieron lo que era sentirse humillados, estar en esa posición, bañados en colorante. Esto los lleva a renunciar al coro, al campeonato. Y, fuera de estos grupos sociales, ¿dónde quedarían?
![Dave Karofsny y sus compañeros de americano son bañados en slushies Glee S02E11 03 [Recap] 2x11 Glee: The Sue Sylvester Shuffle](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_sYq0KIq5yJyXNENXc72WRjjfoVXaKbuwdbQCoOxcI110Vg_21LPxaj7M3TcxgI3X4ssSVD0wV11lVb29qvTFAbQ2DY0OqgxlGPnoV95q6dU-q0lIjAFtE=s0-d)
Como ocurre en cada crisis mayor, al final, Finn salva el día y el partido al medio tiempo. Fue divertido ver a Rachel y a las chicas tirándose pecho a tierra, mientras los demás corrían las jugadas — y Lauren repartía dolor —. Era obvio que no lograrían nada sin el equipo original, así es como la “redención” llega con Thriller y el cambio momentáneo de Karofsky, quien realmente disfruta de la actuación. Lo que no termino de comprender es que por alguna razón Finn cree que Dave se quedará en el coro, no sin antes disculparse con Kurt. Vamos, ¿en serio?
Hablando de Kurt, su participación en el episodio justifica un número musical por parte de los Warblers y refuerza la dañada situación en McKinley. Quién iba a pensar que Mercedes y Rachel salieran juntas a tomar un café. También deja claro que esta idea del Furt se quedó en un bonito número musical nada más. Vamos, los chicos son hermanastros y Kurt no sabe nada de lo que ocurre en su anterior escuela. ¿Qué pasó con esos amigos que lo apoyan? Esta bien que se transfirió de colegio pero ¿por qué cortar lazos?, ¿por la competencia?
A lo largo del episodio notamos el renacimiento del amor entre Finn y Quinn, pareja que al inicio de la serie eran los reyes de McKinley. ¿Regresarán estos dos? Por el momento queda la posibilidad abierta; falta ver como resuelven la relación entre Quinn y Sam. Con respecto a Rachel, parece que tomará algo de tiempo para encontrar alguien más… o tal vez no, ya veremos. Puck, bueno… ya veremos en el episodio de hoy.
![Dave festejando el éxito del número de medio tiempo Glee S02E11 04 [Recap] 2x11 Glee: The Sue Sylvester Shuffle](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_tCwaAc1cEuFEmDB_WXrX9LAVLhlubBUKBosXsrUzcACo9LeT9m68OnTZAOPNTlGyY_IaYiscHVCYWpXEg1Pgp9iKb1pe_nyezvpjD6lKt07-bG2VM6QTk=s0-d)
Con respecto a los números musicales, creo que estuvieron a la altura de la ocasión. No sé si sepan pero este ha sido el episodio más costoso de la serie. Se nota el derroche de presupuesto entre el número inicial de California Gurls y el medio tiempo del partido, con el mash-up Thriller/Heads Will Roll; tengo que admitir que este salió mejor de lo que esperaba, aunque no resultó de mi gusto total — ya saben lo que dicen, para gustos hay colores —. La interpretación de Need You Now por parte de Rachel y Puck resultó linda, apropiada. La canción que realmente me impresionó fue Bills, Bills, Bills con Blaine y los Warblers. Aquí hay competencia.
The Sue Sylvester Shuffle resulta un episodio netamente Glee, clásico de la serie, sincero con la audiencia — tanto fanáticos como nuevos espectadores —. Se resiste en tener un invitado especial de talla internacional, algún músico que le diera un empujoncito extra — como ocurriera en el pasado con Britney Spears, por ejemplo —. En cambio recurre a la presencia de Katie Couric interpretándose a ella misma; un golpe bajo para Sue Sylvester sin duda. A pesar de estos puntos a favor, al final se siente que descuidaron un poco el guión a beneficio de los números musicales.
[Recap] 2x11 Glee: The Sue Sylvester
Shuffle
FOX apostó en grande este año con la transmisión del Super Bowl XLV. La cadena logró obtener el mayor número de audiencia, no sólo para un partido de esta magnitud, sino el programa más visto en la historia de la televisión estadounidense. Pero, ¿qué pasó con el puesto dorado posterior al gran partido? Desde los upfronts FOX depositó su confianza ciega en Glee, serie bien posicionada en cierto perfil de audiencia. Aunque la serie marcó un récord personal, queda por debajo de lo esperado. Super Bowl aparte, Glee entrega un episodio promedio, retomando las etiquetas y el tema de abuso en los estudiantes de preparatoria.The Sue Sylvester Shuffle hace gala de Sue Sylvester, este personaje que tanto amamos y odiamos a la vez — si nos detenemos un momento a pensarlo, es la reina del abuso en McKinley High —. El episodio retoma el arco sobre el abuso, el tan comentado bullying, mismo que a la vez marca una evolución en Dave Karofsky. También se rescata la idea de jerarquías y “etiquetas” entre estudiantes de una preparatoria. En tanto, los profesores buscan la manera de unirlos para eliminar la violencia; como sugerencia, Will Schuester dice adoptar al equipo de americano en su coro por una semana — más como un requisito para jugar en el campeonato.
Comencemos con Sue Sylvester, la mujer sin sentimientos. La última vez que la vimos, derramaba una lagrimita gracias a los cánticos navideños de New Directions. Pero cuando se trata de la competencia, la entrenadora de las Cheerios no se toca el corazón. El episodio abre con una espectacular rutina de las porristas, que ante los ojos de Sue resulta aburrido. Con tal de satisfacer esta sed de éxito, de sentir la gloria, es capaz de poner en peligro la vida de sus estudiantes y maltratarlas tanto física y psicológicamente en el proceso. Tenemos los golpes con pedazos pollo sintético — algo que, para mi, ya cae en ridículo — y la presión hacia Brittany, quien no quiere morir pero está dispuesta a sacrificarse todo por el bienestar de los “bebés cañones”.
Superando las peleas frustradas a lo largo del episodio, la oda a la violencia se ve en el huracán Sue Sylvester, quien destruye todo lo que se encuentra a su paso durante un berrinche colosal. Este momento resulta especialmente catastrófico, para el coro y el equipo de americano, cuando comunica a sus colegas sobre el cambio de fecha para la competencia regional de sus porristas. Y mientras ella intenta separarlos, los estudiantes se unifican en un nuevo proyecto, logrando un momento de una armonía; el doble arcoiris zombi que menciona Brittany.
Quien iba a decir que el campamento zombi fuera todo un éxito. Los chicos lograron montar dos números musicales, se dieron una oportunidad de hacer algo nuevo. Así como el equipo de americano se rendía ante la expresión y el arte del Glee Club, otros escalaban en la “cadena alimenticia” de la escuela: el equipo de hockey. Entre el baño de slushies y la frase «convirtieron gay a Karofsky», se destruye la paz zombi que se había creado entre los grupos. Por un momento los jugadores sintieron lo que era sentirse humillados, estar en esa posición, bañados en colorante. Esto los lleva a renunciar al coro, al campeonato. Y, fuera de estos grupos sociales, ¿dónde quedarían?
Como ocurre en cada crisis mayor, al final, Finn salva el día y el partido al medio tiempo. Fue divertido ver a Rachel y a las chicas tirándose pecho a tierra, mientras los demás corrían las jugadas — y Lauren repartía dolor —. Era obvio que no lograrían nada sin el equipo original, así es como la “redención” llega con Thriller y el cambio momentáneo de Karofsky, quien realmente disfruta de la actuación. Lo que no termino de comprender es que por alguna razón Finn cree que Dave se quedará en el coro, no sin antes disculparse con Kurt. Vamos, ¿en serio?
Hablando de Kurt, su participación en el episodio justifica un número musical por parte de los Warblers y refuerza la dañada situación en McKinley. Quién iba a pensar que Mercedes y Rachel salieran juntas a tomar un café. También deja claro que esta idea del Furt se quedó en un bonito número musical nada más. Vamos, los chicos son hermanastros y Kurt no sabe nada de lo que ocurre en su anterior escuela. ¿Qué pasó con esos amigos que lo apoyan? Esta bien que se transfirió de colegio pero ¿por qué cortar lazos?, ¿por la competencia?
A lo largo del episodio notamos el renacimiento del amor entre Finn y Quinn, pareja que al inicio de la serie eran los reyes de McKinley. ¿Regresarán estos dos? Por el momento queda la posibilidad abierta; falta ver como resuelven la relación entre Quinn y Sam. Con respecto a Rachel, parece que tomará algo de tiempo para encontrar alguien más… o tal vez no, ya veremos. Puck, bueno… ya veremos en el episodio de hoy.
Con respecto a los números musicales, creo que estuvieron a la altura de la ocasión. No sé si sepan pero este ha sido el episodio más costoso de la serie. Se nota el derroche de presupuesto entre el número inicial de California Gurls y el medio tiempo del partido, con el mash-up Thriller/Heads Will Roll; tengo que admitir que este salió mejor de lo que esperaba, aunque no resultó de mi gusto total — ya saben lo que dicen, para gustos hay colores —. La interpretación de Need You Now por parte de Rachel y Puck resultó linda, apropiada. La canción que realmente me impresionó fue Bills, Bills, Bills con Blaine y los Warblers. Aquí hay competencia.
The Sue Sylvester Shuffle resulta un episodio netamente Glee, clásico de la serie, sincero con la audiencia — tanto fanáticos como nuevos espectadores —. Se resiste en tener un invitado especial de talla internacional, algún músico que le diera un empujoncito extra — como ocurriera en el pasado con Britney Spears, por ejemplo —. En cambio recurre a la presencia de Katie Couric interpretándose a ella misma; un golpe bajo para Sue Sylvester sin duda. A pesar de estos puntos a favor, al final se siente que descuidaron un poco el guión a beneficio de los números musicales.
[Recap] 2x12 Glee: Silly Love Songs
Después de su episodio post Super Bowl, se esperaba que Glee recibiera nueva audiencia en su espacio regular, en martes por la noche. FOX se lleva otra decepción al recibir la cantidad regular de televidentes, por debajo de cinco episodios de la actual temporada — como dato cultural —. Sin embargo, Silly Love Songs es un episodio que merece ser visto por su ingenio, por los personajes que destacan y, especialmente, por que te mata de la risa de principio a fin. ¿Están de acuerdo conmigo?
En Silly Love Songs… Puck tiene un crush con Lauren Zizes — la chica lo trata como basura… casi —; los chicos de New Directions reciben como asignación de la semana cantar su canción de amor favorita — lo que termina costando mucha intensidad y lágrimas —; Finn coloca un puesto de Besa al Quarterback, con doble intensión; Santana busca venganza a su propia manera; y Kurt comprende que, por el momento, lo mejor es estar solo.
A diferencia de The Sue Sylvester Shuffle, Silly Love Songs te mata de la risa de principio a fin. Se nota que la producción se enfocó en el espectáculo del primero y en el desarrollo del segundo. La calidad de los guiones y en sus respectivos números musicales son totalmente distintos. Otro punto a favor de Silly Love…, le da espacio a personajes secundarios que, por lo regular, se hacen a un lado — como Lauren Zizes y Santana —. Y ¿dónde quedó Sue?, ¿alguien la extrañó? porque yo no, sinceramente.
Comencemos con Puck, el “chico malo” de la escuela, que tiene se siente atraído por Lauren Zizes. El deseo de Navidad de Lauren se vuelve realidad, pero no será tan fácil para el Puckerman. La chica necesita ser cortejada. Me da gusto que la serie explore este personaje. Sinceramente pensé que lo harían a un lado y ha resultado algo interesante. Es genial su actitud hacia Puck, el «yo deletreo mujer Z-I-Z-E-S». El rechazo de Lauren lo pone mal y cada vez se muestra más interesado — típico —. Al menos nos regalan un divertido número musical, con la reacción de las chicas del coro, a pesar de lo ofensiva que resulta.
Después de ganar el campeonato de la conferencia, Finn retoma el estereotipo de Quarterback — la estrella de McKinley — y, de nuevo, busca a Quinn Frabay. El propósito de la cabina de besos, nosotros lo conocemos. Quinn conoce tan bien al chico, que también lo sabe. Pobre Sam ingenuamente cae en la trampa, entre celos y sospecha. Irónicamente resulta responsable de juntar más a Quinn con su ex-novio. Santana los pone en evidencia con su plan “mono”, ayudada por su traje de enfermera sexy. ¿Será el final para Sam y Quinn? Podría ser y a lo mejor el siguiente paso de Sam va directo a Santana como lo sugiere la escena final.
Me encanta como integran a Kurt en este episodio en particular. Dejando a un lado todo el drama “bullying”, muestran a Kurt en su nuevo entorno, acompañado por Los Warblers. Sabemos que Kurt siente algo por Blaine; es una linda relación de amistad en la que, como el mismo Kurt, vemos algo más que amistad. Regularmente nos muestran a un Blaine seguro, que sabe lo que cree, pero en esta ocasión vemos que es muy parecido a Kurt: igual de soñador, igual de enamoradiso. A lo mejor con el tiempo… Mientras tanto, Blaine Anderson/Darren Criss nos va ganando cada vez más; sus números musicales son increíbles. Y, volviendo a Kurt, es bueno que de vez en cuando se de un respiro con las divas Mercedes y Rachel.
En cuanto a los temas musicales, me quedo con P.Y.T. (Pretty Young Thing), Artie cantando y Mike bailando al puro estilo Michael Jackson — como dice Brittany, «That’s my man and his legs don’t work!» —. Tina intenta cantar con mucho sentimiento My Funny Valentine; Rachel hace propia la canción Firework; Puck impacta con su Fat Bottomed Girl; y de nuevo, los Warblers demuestran el nivel de competencia con When I Get You Alone y Silly Love Songs — con esta última tenía un poco de temor a que la destruyeran, pero realmente hicieron un buen trabajo.
Silly Love Songs es un ejemplo del buen trabajo de los guionistas. Un episodio bien escrito, divertido, que nos transporta de nuevo a los clichés de la preparatoria. Buena manera de reivindicarse del episodio anterior. Mi momento favorito: definitivamente, la venganza de Santana.
Recap: Glee 2×13 “Comeback”
Estoy atrasadísimo en los Recaps, pero aprovechando que no hay Glee esta semana me mando los 2 que faltan, en este primero del capítulo de titulo “Comeback” o Regresar como dice Will Schuster, en el mismo vemos un intento tanto de Rachel como de Sue para volver a ser grandes a su manera, además de ver muchos números de Justin Bieber (bueno son 2 pero para mí son demasiados) gracias a Sam que quiere reconquistar a Quinn, hasta lo poco, ahora como siempre si no quieres saber es mejor que pases al siguiente post.
La Depresión de Sue
Sue Sylvester se encuentra deprimida, tanto que ha llegado al grado de querer SUE-CIDARSE, al encontrar una nota Emma y Will van a la casa de Sue y resulta que aún ella no había muerto aunque Will le da un sermón que se merecía hace ya tiempo, es entonces que una furiosa Sue vuelve al colegio para su venganza y si, no se equivocan sus presas son el Club Glee.
Sue nuevamente quiere ahorcarse y entonces Will y Emma tienen compasión de ella es ahí en donde sugieren que Sue pase un tiempo en el Club Glee, lo que no saben es que ella está preparando algo grande.
Primero enfrenta a las divas del coro o sea Mercedes y Rachel diciéndoles a ambas que no son tan talentosas como si la otra lo hubiera dicho, consiguiendo esto, las dos deciden ver quien es una verdadera diva con un DIVA OFF
Entonces es el turno de cantar Mercedes y Rachel, en una magistral presentación pero la música todo lo puede así que no pueden enojarse y terminan con un abrazo.
Will está decidido a reanimar a Sue, es así que la invitará a ir a un lugar muy especial, es un hospital en donde el canta a veces para niños que tienen cáncer, sin duda lo logra, y Sue lo odiará por eso.
Sue de una u otra manera quiere cantar una canción, y no quiere nada de Bieber y quiere a todos los chicos con ella, fue genial ver My Chemical Romance en el show, pero esto no se quedará así no? Es Sue Silvester, así que ella misma se hace entrenadora de un coro Aural intensity que estará también en las Regionals, es así como se sentirá “viva otra vez”.
Sue si sabe cómo arreglar las cosas, el año pasado se hizo juez de las Regionals y este será entrenadora de su propio coro…
La Experiencia de Justin Bieber
Sam está preocupado porque al parecer Quinn ya no es la misma con el por el asunto que paso con Finn la semana pasada, y está decidido a hacer todo para reconquistarla, desde invitarla a teñirse el cabello hasta incluso ser un Justin Bieber rubio.
Es entonces que Sam canta el tema Baby de Bieber para el club Glee, aunque al principio los chicos se burlaron después Artie, Mike y Puck quieren unirse a una banda tributo de Justin Bieber, a lo que Sam apenas acepta, solo porque Finn vino a burlarse más y decir que esa música básicamente es basura (totalmente de acuerdo)
Finn aún está empeñado en querer algo con Quinn es ahí que aparecen la banda de clones Bieber para hacer una canción, pero lo que parece gracioso al final funciona, las chicas caen como moscas a sus pies, ejemplo Quinn le rechaza la invitación a Finn y Lauren parece sentirse un poco atraída a Puck, pero también esta Santana que está decidida a tener algo con Sam
En esta parte debo decir que Finn es un gran POSERO, por que vio el resultado de Sam y entonces decidió vestirse también de Bieber… FAIL
Sam es simplemente un tonto con una boca grande, por lo menos así lo entiende Santana , pero aun así se ofrece como amante, consiguiéndolo, contándole a Sam que Quinn le ha estado engañando con Finn y haciéndole abrir los ojos a la realidad.
Sam termina con Quinn y se compromete con Santana, todo ha cambiado nuevamente.
El regreso de Rachel
Ya que la señorita Berry no ha tenido suerte en el amor entonces está decidida a enfocarse en su carrera (¿?)Y hacer un gran regreso para eso emplea a Brittany ya que ella es más popular para que copie su estilo y que la mencione como su “musa” pero este plan no saldrá del todo bien ya que Brittany primero confunde esos calentadores de piernas y los usa en sus brazos, cosa que causará una especie de moda entre todas las chicas del colegio y lo que hará enojar a Rachel.
Nuevamente Rachel hace que Brittany use su estilo, esta vez vistiéndola exactamente igual a ella, pero Brittany usa un sweater con un caballo de carrusel no como el de Rachel que es un reno, es entonces que Brittany se vuelve un icono de moda escolar haciendo quedar en ridículo a Rachel.
A pesar de todo esto, Rachel tiene una gran idea y sabe que para ganar en las Regionals tienen que hacer algo más grande, como escribir sus propias canciones, nadie parece estar de acuerdo, pero Finn va y le muestra su apoyo.
Grandes Momentos
- Fue muy gracioso esa burla hacia Bieber, ya que las bromas sugerentes de que es una chica incluso están hasta en el club Glee 2 grandes frases de Sue Sylvester.
DEJADLE HABLAR! y TENGO QUE TENER A ESE CHICA EN MIS ANIMADORES, cuando Sam cantó Baby
- Fue muy bonito ver la primera actuación de Lauren Zizes cantando una canción atrevida, a pesar de que ella resulto ser nerviosa, se las arreglo imaginando a todos en ropa interior, pero en serio que diablos estaba vistiendo Sue Silvester?
[Recap] 2x14 Glee: Blame It on the Alcohol
- Gleeks, hay que aceptarlo: Glee es una serie plagada de altibajos, le falta de balance. Si no es la selección musical, el guión en general, una subtrama en específico, algún tema o discurso cansino. Los respiros llegan de vez en cuando, como ocurre con el episodio de la semana. En esta ocasión, Ryan Murphy y su equipo de producción rescataron un tema de gran importancia, sin darle esa sensación a sermón que normalmente notamos en la serie: el alcohol y su efecto en adolescentes. Sin duda encontramos momentos divertidos, excelentes interpretaciones musicales, sin embargo, algunas situaciones se antojan forzadas; muchas casualidades. Veamos.
En Blame It on the Alcohol, el tema principal es el consumo de alcohol y sus consecuencias — desde hacer el ridículo enfrente de toda la escuela hasta un accidente automovilístico —; para los chicos, además, es ilegal. Visiblemente preocupado por el cuerpo estudiantil, el director Figgins asigna una tarea a New Directions: interpretar una canción que hable sobre el tema. Casualmente, los chicos del coro tienen la oportunidad de organizar una fiesta casera y Will Schuester recuerda aquellos viejos tiempos de estudiante — según él tomaba mucho más que sus alumnos —. Como subtrama, se retoma el tema de la sexualidad bajo dos perspectivas: Blaine Andrews, el modelo a seguir, y Burt Hummel, la figura paterna.
El consumo de alcohol entre adolescentes es una realidad y me parece adecuado que Glee exponga dicho problema, sin embargo, creo que les faltó un poco de tacto. Por un lado, dieron datos sobre el número de muertes por intoxicación alcohólica, mencionaron los accidentes automovilísticos, dieron especial importancia al conductor designado, el ser responsable. Vale, lo entiendo. Pero al final todo el episodio expone el consumo del alcohol como algo divertido, casi como vendiendo la idea a los chicos. Sinceramente, me molestó un poco, especialmente por el demográfico meta de la serie. Sólo espero que el episodio les haya dejado el mensaje correcto.
Hablemos del episodio. ¿No les parece lleno de casualidades? Vamos, realmente rayando en lo ridículo. Es semana de «conciencia sobre el alcohol» en McKinley High. Vaya coincidencia, Rachel se encuentra sola en casa y, gracias a Puckerman, se organiza una fiesta. Para algunos sería su primera experiencia con la bebida, otros tendrán todo un estudio antropológico sobre la clasificación de las chicas en una fiesta — estereotipos, como dice Finn —-. Está misma semana, Schuester decide “relajarse” con Beiste e ir a perderse entre cerveza y más. Oki, oki, posiblemente exagero, pero realmente se me hizo demasiado.
Me parece tan dulce e ingenua Rachel, con sus boletitos para medir la bebida y sus coolers. Por presión social, ya que la mayoría estaba a punto de emigrar, decidió hacerla en grande. Lo acepto: morí de la risa cuando Rachel gritó «sabe a rosa, sabe a rosa». Los estereotipos que menciona Finn son tan ciertos, por momentos tuve una regresión. Y, como clásica borrachera, debe existir juegos como la botella. Lo que puede llegar a ocurrir. Rachel besa a Blaine, ante un nervioso Kurt. Ese beso, con el efecto del alcohol, hace que Blaine dude de su sexualidad — de paso, genera un gran dueto, uno de los mejores de toda la serie.
Otro punto que me parece algo irreal, es que los chicos hayan tomado por días — porque pasan días curándose la cruda, ¿verdad? —. Eso de meter alcohol a la escuela se me hace mucho. A lo mejor se da en Estados Unidos o en nuestros países; a mi no me tocó ver esto en la preparatoria. En plena presentación ante la escuela, dan un espectáculo que incluye “efectos especiales” — ¿en serio, Figgins?, ¿efectos especiales? —. Al menos entregó el mensaje correcto a la planta estudiantil, de paso, disfrutamos de Brittany, quien se apropió del tema de «Ke - and dollar sign - ha». Me encantaría escucharla más seguido.
Para Will Schuester, siendo adulto, los riesgos del alcohol son los mismos. Gracias a Sue Sylvester y su programa de pasos, creo que no se le ocurrirá tomar otra gota de alcohol por mucho tiempo. Schuester termina más que borracho, repartiendo A+ en todos sus exámenes — con caritas felices — y con una llamada de la que se arrepentirá. Otra lección: es malísimo hacer drunk-dial. Por error, Will marca a Sue, dejando un mensaje de voz muy comprometedor, mismo que la entrenadora reproduce en la escuela, durante clase «I rode a bull and was thinking of you». A ver, Schuester, a ver cuando lo vuelves a hacer.
La subtrama que Kurt me pareció interesante. Por un lado, Kurt no puede creer que Blaine, su modelo a seguir, tenga dudas sobre su sexualidad. La plática en el café es una escena excelente, la comparación que hace Blaine cuando Kurt lo juzga. Al final Blaine comprueba que es cien por ciento gay, Kurt se queda tranquilo y Rachel tiene una experiencia de vida que la llevará a componer una canción decente para los regionales, porque la pobre sólo podía componer sobre su banda de cabello, ¿por qué no?
Por otro lado, Burt advierte a su hijo que no quiere que lleve chicos a casa. Entiendo el punto del señor — por simple respeto al hogar familiar —, pero también debe entender que su hijo hizo lo correcto al evitar que Blaine fuera a casa en ese estado. No me gustó la actitud de Kurt, cuando le dice a su padre que se eduque para cuando él tenga dudas. En fin.
Pasemos a los número musicales. Don’t You Want Me, con Rachel y Blaine, fue la mejor interpretación del episodio; de los pocos clásicos que han logrado. En segundo puesto, me quedo con Tik-Tok, New Directions con Brittany de voz principal; todo bien, hasta la precipitada conclusión. One Bourbon, One Scotch, One Beer, algo de country para Schuester y Beiste, bueno, al menos fue divertido verlos en dueto. Por último, Blame It, interpretada por *New Directions, canción que da título al episodio; no fue de mi total agrado. Mi momento favorito: Sue Sylvester dirigiéndose a toda la escuela.
[Recap] 2x15 Glee: Sexy
Después del alcohol entre adolescentes, la producción de Glee toma otro tema delicado de tratar: el sexo. Sinceramente, después de hacer circo, maroma y teatro entorno al alcohol — me pareció promoción, más que otra cosa — , temía por este episodio. No estoy en contra de que traten este tema, al contrario. Me gusta que desarrollen tramas sobre esta y otras temáticas sociales en la adolescencia. Por el demográfico al cual se dirige la serie, se requiere cierto cuidado para exponer estas situaciones; hay que ser socialmente responsables, ¿verdad, Murphy?Afortunadamente con Sexy se logra un gran ejemplo.
En Sexy tenemos de regreso a Holly Holliday, interpretada por Gwyneth Paltrow y, de nuevo, su presencia arrasa con todo. El motivo de su llegada a McKingley High se debe a la sustitución de la maestra de salud y educación sexual, muy apropiado para el desarrollo del episodio. Sus métodos son algo gráficos y, para algunos, inapropiados — como comenta Emma —. Impresiona que los chicos pongan cara de terror al relacionar un pepino con el VIH. ¿En serio hay adolescentes así de perdidos? Pensemos que los chicos viven en el pueblito de Lima, Ohio, así que doy el beneficio de la duda. Las palmas a la más desorientada se las lleva Brittany al creer que está embarazada porque una cigüeña hizo su nido fuera de su ventana.
La señorita Holliday no es la única que se preocupa por los chicos. Después del comentario de Brittany, Will Schuester propone una semana de canciones con el tema «Sexy» y la colaboración de la profesora sustituta. Gracias a este ejercicio ocurren dos cosas importantes: los chicos del club — y unos adultos despistados — se acercan a Holly para aclarar sus dudas y, por otro lado, Will Schuester se siente atraído por la maestra. O, simplemente, Holly se acerca a los chicos, como ocurre en el caso de Puck y Lauren, quienes tienen el plan de hacer un video porno para que ella sea la siguiente Kardashian. Así de ridículo como se escucha, seguro hay chicas que piensan lo mismo.
Santana es una de las chicas confundidas, que necesita ayuda y orientación. Tengo que admitir que me encantó esta subtrama, pues ayuda a entender mejor al personaje, aclara de una vez por todas — sin rodeos — su relación con Britanny y muestra el temor que llegan a sentir los adolescentes a ser etiquetados o señalados. De entrada, queda claro que Santana se porta egoísta con Brittany, además la manipula con tanta facilidad. A Santana le resulta difícil reconocer sus sentimientos hacia Brittany y, cuando lo hace, cuando le pide que este con ella, Brit decide quedarse con Artie, pues también le ama. Posiblemente, en un futuro, se vuelve a tocar esta línea, sería interesante.
Hace un buen tiempo que Emma Pillsbury no tomaba un papel central en un episodio. Ahora ella es la presidente del Club de Celibato, el cual contaba con sólo tres miembros al principio: Emma, Rachel y Quinn. Emma lleva cuatro meses casada con Carl, no han tenido relaciones porque no se siente preparada — y pensar que estuvo a punto de tener relaciones con Will —. Emma está confundida y, cuando Holly hace la pregunta indicada lo admite. ¿Sigue enamorada de Will Schuester? Vamos, es tan obvio. Me mata de la risa Emma, sus reacciones, sus argumentos. En este episodio se luce; no sé que fue mejor, al finalizar su interpretación de Afternoon Delight o su queja sobre Holly con Schuester.
Fuera de McKingley, el ser sexy se vuelve un asunto importante. Gracias a Sue Sylvester, los Warblers preparan un número novedoso, sexy, para los Regionales. Blaine se da cuenta que Kurt se siente incómodo, que su cara sexy es cara de terror. ¿Creen que Blaine se pasó de la raya al hablar con el padre de Kurt? Personalmente, me pareció lo más adecuado. En vista de que Kurt no quiere hablar con nadie sobre el tema, quien mejor que su mismo padre para aclarar las dudas. Como dice Burt, será difícil para ambos pero serán mejores hombres por ello. Amé las palabras de Burt. Además, Kurt ya le había dicho a su padre que se informara para cuando él tuviera dudas.
En cuanto a Will Schuester, el hombre cae en los encantos de Holly Holliday al ritmo de Kiss en “tango” — ridículo, como dice Holly —. A pesar de que la mujer reconoce que está dañada, al final reconoce que le haría bien una relación más allá de las 36 horas, un poco de romance. Para eso, Will se pinta solo. Lo bueno de abrir esta posibilidad es que tendremos de regreso a Gwyneth Paltrow, lo cual se agradece. A ver cómo le va a Will en este nuevo romance; su historial no es el mejor de todos, además Emma se enfrentará a una verdadera crisis matrimonial. Veremos, veremos.
Como cada episodio de Glee, nos detenemos a los números musicales. Do You Wanna Touch Me, interpretado por Holly Holliday, un poco subido de tono — por algo el Parents Television Council se está quejando —; Animal con los Warblers, como siempre Blaine se luce y Kurt nos enseña sus “caras sexys”; Kiss, con Schuester y Holly, buen montaje, aunque el arreglo me hace dudar — amo esa canción —; Landslide, interpretada por Holly, Santana y Britanny, linda escena; y, Afternoon Delight, vamos que es broma.
Debemos de admitir que Sexy es un episodio divertido, que toca un tema importante y lo desarrolla de la mejor manera que puede. Da gusto ver de nuevo a Gwyneth Paltrow y saber que regresará. Mi momento favorito, en esta ocasión son varios: Britanny explicando su “embarazo”; Emma dirigiendo las juntas del club de celibato; la consulta de Carl y Emma con Holly Holliday; la plática entre Kurt y su padre.
[Recap] 2x16 Glee: Original Song
Al inicio de la temporada, los chicos del glee club se plantearon una nueva meta, ser reconocidos. Durante 15 episodios se fueron preparando, mientras enfrentaban los problemas propios de la adolescencia y la presión social, ser molestado verbal o físicamente — trama bien explotada explorada con el personaje de Kurt, principalmente —; alcohol y relaciones sexuales. Al final, la preparación y las docenas de canciones escritas por Rachel rindieron frutos. Señoras y señores, es un hecho: ¡New Directions irá a los Nacionales en Nueva York!
Original Song va más allá de la competencia regional de coros. El episodio muestra el talento de los adolescentes y sus ganas de ser reconocidos en su grupo social. De la misma manera, existe continuidad en las subtramas correspondientes a Santana/Brittany, Kurt/Blaine y Quinn/Finn/Rachel. No podían faltar las maldades de Sue Sylvester, los ensayos previos a la competencia y muchos, muchos números musicales. En resumen, se trata de un episodio que rescata los elementos originales de la serie.
Comenzamos con un número musical de los Warblers, en la Academia Dalton, para exponer la gran interrogante: ¿por qué Blaine es el cantante principal de todas las canciones? La única intensión de Kurt hacer notar el monopolio y abrir una oportunidad para que los demás integrantes puedan ocupar un número estelar. En este punto sabemos que Blaine canta increíble, mientras los demás quedan en un simple grupo a capella, lo cual no será suficiente para calificar. Blaine está consciente de que no van a ganar los regionales, con el dueto o sin él, el resultado sería el mismo. Se veía venir.
Los Warblers no habrán ganado la competencia, pero Kurt y Blaine ganaron mucho más que un trofeo. Conmovido por la sensibilidad de Kurt, Blaine reconoce sus sentimientos por Kurt. Y ya era hora. La escena del primer beso es hermosa. «Debemos practicar», «Pensé que eso hacíamos», responde Kurt. A lo mejor no veremos al coro de Dalton por el resto de la temporada, pero seguramente tendremos mucho más de Kurt y Blaine.
De regreso en McKingley, la señorita “popularidad” tiene un plan para coronarse como reina del baile. Como al inicio de la serie, Quinn quiere ser la Abeja Reina de la preparatoria. Ahora sin Cheerios, su única oportunidad es el baile. Existe presión social de por medio y del peor tipo, presión desde su hogar. Recordemos que la madre de Quinn fue reina, su hermana mayor igual, así que no me trago ese discurso de «Las reinas del baile viven cinco años más arriba del promedio. Probablemente sea porque sonrien todo el tiempo». La preparatoria es sobre popularidad, Quinn lo sabe. Desgraciadamente en New Directions ser el Loser es el nuevo ganador.
La única manera de que Quinn llegue a la cima es con ayuda de Finn Hudson. Aunque se encuentra a escondidas con Quinn, se nota que el chico siente algo por Rachel, todavía. Quinn se da cuenta de esto durante la competencia. Rachel puede ser molesta, puede ser inmadura, pero tiene talento y ganas de ser reconocida por su trabajo… no por ser una cara bonita. Su canción, Get it Right, explica mucho mejor al personaje. Y de repente todos quieren a Rachel… Debo admitir que me convenció con sus palabras, hacia el final del episodio. Lo único que busca es sentirse especial y ser parte de algo, como todos… o casi todos en la preparatoria.
Después de quedarse sin sus Cheerios, Sue Sylvester busca acabar con Schuester en plena competencia, como directora de Aural Intensity. ¡Que pena! Su estrategia fue preparar al coro con caciones que fueran del agrado de los jueces, sin mostrar realmente el talento de los chicos. Sin embargo, hizo todo lo posible por aarruinar la participación de New Directions. Primero les quitó su himno, luego molestó a los chicos. Como resultado del World War Sue les dio su arma más grande, la canción original Loser Like Me. Lo único que temo a estas alturas es que Sue llegue a aburrirnos. ¿Creen que se de el caso?
Es hora de recordar los números musicales, nueve en esta ocasión. La primera canción del episodio fue Misery, interpretada por Blaine y sus Warblers, una canción justifiacada al ser objeto de la crítica de Kurt — vamos, tiene un fin —. Only Child, canción original de Rachel Berry, muestra un avance con respecto a My Headband — la canción favorita de Brittany —. Entre las interpretaciones para recordar, sin duda sumo Blackbird, versión de Kurt Hummel, increíble cover de la canción de The Beatles. El resto de las canciones originales son geniales. Tenemos Trouty Mouth de Santana y Big Ass Heart de Puck; la primera algo ridícula pero muy divertida, la segunda tiene potencial. Otra que se luce es Mercedes con Hell to the No, una canción que plasma su actitud al cien. Get It Right, como lo mencioné arriba, cumple con su función. Loser Like Me será un himno clásico. De los Warblers, el dueto Candles y Raise Your Glass, nada mal.
En general Original Song es un buen episodio, aunque tampoco creo que sea grandioso. En algunos puntos se siente muy precipitado, que pasa mucho en tan poco tiempo. Algo que no puedo perdonar es que hayan desperdiciado la presencia de Kathy Griffin — daba para mucho más —; Loretta Devine lució excelente.
Review Glee: A Night of Neglect 2X17
Y uno se pregunta: ¿2x17? ¿Dónde están los que faltan? Esto tiene que ser una clase de error... Pues... no, no exactamente. Se acercan las Nationals y el encargado de las reviews lleva una empanada encima que se le acumulan los capítulos (ya se le veía a ese que era un incompetente, si ya lo dije yo, ¡qué vergüenza!). Así que capítulo 17, directamente. A Night of Neglect. Buen capítulo, sí señor. Pasen, comenten e insulten al reviewer a placer.
Como ya he dicho, las Nationals se acercan, cada vez las vemos más próximas. La leyenda dice que si cierras los ojos y alargas mucho el brazo, puedes tocarlas. (Es broma, ¿eh?, que nadie se me ponga a estirar el brazo en el salón de su casa). Pero el viaje a Nueva York no es barato: 5.000 dólares, ni más ni menos. "¡Ey! Pero disponen del dinero de las animadoras, ¿recordáis?". Pues no. No podía ser tan fácil, y menos si tienes de archienemiga a una tal Sue Sylvester, que ha escondido el dinero en una cuenta en el paraíso fiscal de las Islas Caimán. Y yo me pregunto: en serio, con las que ha liado Sue a lo largo de la serie, ¿no debería estar en la cárcel o algo así? Ha robado, agredido, chantajeado, insultado y un largo etcétera. Supongo que si no la han detenido es por miedo a que en prisión monte una especie de fuga de Alcatraz a lo bestia.
El caso es que, sin ese dinero, hace falta un plan. Y Will tiene uno: ¡Vender taffys! ¿Taffys? Sí, taffys... 20.000 taffys, para ser exactos. Las quejas no se hacen esperar: ¿cómo se supone que van a conseguir vender... eso? Mike, nuestro bailarín favorito (rivalizando con Burt Hummel, ¿recordáis sus pasos de baile en la boda?), se alza entonces en son de protesta, harto de oír tantas quejas cuando gente como él se está dejando la piel día a día sin recibir a cambio nada más que el ser ignorado por sus propios compañeros (genial Lauren, que le susurra a Puck: "Estoy tratando de recordar su nombre ahora mismo"). Esto se debe a que Mike, Artie, Tina y Brittany han participado en una competición tan típicamente americana donde se enfrentan diferentes institutos para medir sus conocimientos, pero no pueden permitirse costearse el viaje a la final en Detroit, a la que han conseguido llegar gracias a Brittany, toda una experta en enfermedades de gatos.
Los pobres sólo necesitan 250 dólares... ¿La solución? ¡Pues claro! ¡Vender más taffys! Afortunadamente, Holly le propone a Will otra idea: una Noche de Negligencia (perdonad la traducción, no se me ocurre nada mejor), o lo que es lo mismo; un concierto benéfico donde New Directions interpretará canciones de artistas infravalorados ("¿Cómo yo?", pregunta Rachel; "Como todos nosotros", responde Will).
Mientras tanto, ¡oh, sorpresa!, Sue sigue planeando cómo destruir el Glee Club. Y para ello se rodea de un equipo de temibles (ejem...), diabólicos (ejem...) y astutos (ejem, ejem, ejem...) supervillanos, conocidos como Daga Rosa, Tejón de la Miel y Sargento Guapo. Sue, por su parte, se autodenomina como General Zod (que, para el que no lo sepa -yo tampoco lo sabía- es un villano de Superman). Juntos forman la Liga de los Condenados, aunque a Daga Rosa parece que le va más Legión del Mal. No era ninguna sorpresa que en este capítulo íbamos a volver a ver a la diminuta Sunshine Corazón, y así ha sido. No sé a vosotros, pero a mí me ha caído mejor que en "Audition", aunque me sigue horripilando un poco (¿puede algo horripilarte un poco? Por lo visto, sí). Lo que es innegable es que la muchacha tiene una voz espectacular, y su "All by myself" es impresionante. Una pena que no le hayan dado esa canción a Rachel, pienso que la hubiera bordado, porque, ¿verdad que Sunshine canta como sin pasión?
Su voz te deja petrificado, pero sus expresiones y movimientos mientras canta dejan bastante que desear. El caso es que Sunshine, con la promesa de abarrotar el auditorio, convence a nuestros chicos de actuar en su Night of Neglect. El temor de que sea una espía de Vocal Adrenaline está ahí, pero la posibilidad de recaudar el dinero necesario para las Nationals es más fuerte. Además, Rachel mandó a Sunshine a una casa de adictos al crack... casi que se lo deben, ¿no?
Por otro lado, asistimos a una asociación inédita: Mercedes y Lauren. O lo que es lo mismo: la diva y su manager. Lauren convence a la señorita Jones de que está siendo pisoteada, y que para hacerse respetar debe imponer su ley y orden, y exigir todos los caprichos que se le ocurran, como una súper estrella excéntrica. Tremendo error, como ya se dará cuenta más adelante, pues el respeto uno lo consigue con sus méritos, su talento y su esfuerzo. No pidiendo cachorros de perro para secarse las manos o que sus pies no toquen el escenario durante la actuación (WTF!!!???)... Se han vendido seis entradas para el concierto (cuatro para el equipo de abucheadores liderados por Daga Rosa, y dos para Kurt y Blaine) y Sunshine cancela su presencia y la de sus seguidores en el último momento (luego sabremos que por prohibición de su director en Vocal Adrenaline, en Sargento Guapo).
Pero antes de nada me interesa hablar del enfrentamiento Santana-Karofsky, que sirve además como preludio del siguiente capítulo, "Born this way". En una escena, Santana sale en defensa de la pareja de chicos y Karofsky le responde con un "no es asunto tuyo, J-Lo". La respuesta de Santana, para enmarcar: "Para empezar, todo lo que haces se convirtió en asunto mío cuando decidiste tirarme ese granizado a la cara", y después sigue: "Mira, te lo voy a dejar clarito. Dos opciones: permaneces aquí y te golpeo en uno de tus testículos (derecho o izquierdo, tú decides) o te largas y vives para ser un idiota un día más. Y además, tengo hojas de afeitar escondidas en el pelo. Toneladas. Todas aquí arriba". Sí, lo admito, Santana es uno de mis ojitos derechos de Glee. Sus frases, su rudeza, su fragilidad interior, su cara, su voz. Sé que a muchos no os acaba de convencer, pero para mí cada vez que abre la boca es sinónimo de carcajada (como Brittany pero en radicalmente opuesto).
Y las actuaciones. ¡Por fin! Hasta el minuto 23 sólo habíamos escuchado a Sunshine. Empieza Tina con "I follor rivers". Muy de su estilo. No es para echar cohetes y bailar desnudo alrededor de una hoguera, pero ha estado bien. A los abucheadores, en cambio, no parece haberles gustado. Impagable ver a Beckie gritar cosas como "¡Me haces vomitar!" o "¡Bésame el culo!". El siguiente es Mike, y para apaciguar los ánimos de los saboteadores deciden repartir toffys entre el público. Bueno, para algo tenían que servir. ¡Y sirven! El baile, acompañado por "Bubble toes" de Jack Johnson, es todo un éxito. Y no es para menos. Que levante la mano quien no sienta envidia viendo bailar a este chico. Mientras el resto de nosotros nos dedicamos a mover los brazos como neandertales y dar palmadas al aire, Mike Chang parece deslizarse por el escenario. Impresionante. Pero los taffys se han acabado, así que Holly decide que es un buen momento para mantener una charla con los abucheadores: "Pensad en cómo podríais levantar el mundo si convirtierais algunas de esas púas en rosas". ¡Enorme Holly Holliday! Acto seguido llega su canción, "Turning tables". Preciosa y llena de significado, pues es toda una declaración de intenciones hacia Will. Y es que la gran Holly se siente una sustituta incluso en el plano sentimental, donde ve que su relación consiste en llenar el hueco que dejó Emma en el corazón de Will. En fin... para mí esto es bastante discutible. Será porque adoro a Holly Holliday y empiezo a hartarme de Emma. Será. Será porque Holly canta, baila y hace reír, mientras Emma se limita a poner ojitos de ardilla asustada. Será. O será por esa despedida que han tenido Holly y Will, con ese último "I thought you'd never ask". A mí el corazón me ha hecho "¡clac!", y luego "cruck!", y luego "plom!". Vamos, que se me ha roto en pedacitos.
Pero la actuación de la noche está por llegar. La señorita Mercedes Jones vence, convence y emociona con su "Ain't no way" de la reina Aretha. De lo mejorcito de la segunda temporada, señoras y señores. Llamadme exagerado ("¡Exagerado!"... shhh, tú calla), pero me parece que podía haber sido perfectamente un solo para las Nationals. De hecho, en lo que llamamos "competiciones importantes" (véanse Sectionals, Regionals y Nationals) Mercedes no ha tenido aún su oportunidad, cuando sí la han tenido gente como Sam, Quinn o Santana. ¿Injusto? Comentad, comentad. Para terminar con un poquito de alegría, Daga Rosa financia el viaje a los "cerebritos" ("es dinero de la droga, pero, ya sabes, es una fantástica forma de lavarlo"), y éstos, aunque el final se nos deje abierto, podemos entender que ganan la competición gracias a la categoría "hermafroditas simpatizantes de los nazis" (gracias, Holly).
¿Qué os ha parecido el capítulo? Para mí, entre los secuaces de Sue, la inmensa Holly, y la actuación de Mercedes, ha sido un capítulo brillante. De los de siempre, con New Directions actuando delante de un público paupérrimo y dando la cara hasta el final. "¿Por qué?", se preguntaba Mourinho. Lo que quería decir era: "¿Por qué es Glee una serie tan deliciosa?". Porque eso es lo que es: una delicia.
Review Glee: Born This Way 2X18
Esperadísimo capítulo, señores. No sé a vosotros pero a mí me ha parecido una delicia. Por su contenido, por sus canciones, por su importancia en la trama, por Santana (vale, ya paro). La segunda temporada está siendo brillante, pero capítulos como éste consiguen encumbrar aún más esta serie. Si sigues Glee, definitivamente estás on the right track, baby.
Érase una mujer a una nariz pegada. Rachel ya tenía una nariz, digamos, portentosa. Pero Finn se encarga en este capítulo, a manotazo limpio, de ampliársela a tamaño berenjena. Y es que lo de bailar no es lo suyo, queda confirmado (por enésima y definitiva vez). El caso es que la buena de Rachel decide por consejo del médico (que le quiten la licencia, ¡YA!) someterse a una pequeña operación. Un retoque. La versión oficial es que lo hace con vistas a su futuro como actriz de Broadway, pero a nosotros no nos engaña (si es que somos muy listos y nos las sabemos todas) y sabemos que las comparaciones con Quinn son odiosas.
Pero Rachel no es la única que se avergüenza de algún atributo de su cuerpo. Que lo explique Santana, que lo hace mucho mejor que yo y es mucho más guapa. ¡Y tiene para todos! A Rachel: "he oído que Rachel tiene una nariz un poco grande. Quiero decir... no lo sé, porque, como Medusa, intento evitar el contacto visual con ella". Y más adelante: "quizás a Rachel no le importe tener un pico enorme, quizás lo necesita para romper semillas duras". A Sam: "Estoy segura de que Sam ha ido al médico y le ha pedido panfletos sobre reducción de boca". A Artie: "Probablemente Artie haya pensado en amputarse las piernas ya que de todos modos no las usa". A Tina: "Estoy definitivamente segura de que Tina ha considerado someterse a una desinclinación de ojos". Y la mejor de todas, para Finn: "Tienes pezones raros, hinchados y piramidales, parece que estén rellenos de natillas o que podrías espolvorearlos con azúcar glaseado y podrían pasar por algún tipo de postre". Wow! Cómo reparte la muchacha, ¡canela fina! Pero es que sobre eso va la lección de hoy: sobre la aceptación de uno mismo. Y qué mejor para ello que la reina del amor propio: Gaga.
Seguimos con Santana. Y es que, ¿por qué no? Ella también quiere ser reina del baile. ¿Cómo conseguir los votos necesarios? Pues activando su gaydar, como ella lo llama, y descubriendo a Karofsky. Las piezas encajan: a cambio de mantener a salvo su secreto, Karofsky se compromete a ser su pareja de baile y a hacer que Kurt vuelva al instituto. De este modo se convierte en una heroína y, voilà, ya tenemos reina. Muy felices se las promete Santana.
No es la única que se apunta al carro de las posibles reinas del baile. Lauren también quiere, y su plan pasa por derrocar a la gran favorita: Quinn Fabray. ¿O deberíamos decir Lucy Quinn Fabray? O aún mejor: ¿Lucy Caboosey? Todos escondemos secretos (salvo yo, claro está, esa colilla no era mía ni por asomo, alguien debió ponerla ahí).
¡Música, música, música, que esto es Glee! Empezamos con I feel pretty/Unpretty, a cargo de Rachel y Quinn. Ha tenido un cierto aroma de primera temporada que me ha gustado muchísimo. La guapa y la "fea" (por decir algo, vamos, porque si eso es fealdad que baje Dios y lo vea). Quinn no tiene la potencia de Rachel, pero sus voces se complementan que da gusto. Y el montaje de planos con ellas en la consulta, en clase, en la sala de ensayo, en los pasillos, frente al espejo... genial.
El siguiente número lo protagoniza Finn: I've gotta be me, versionando a Sammy Davis Jr. ¡Impresionante! Finn nunca había cantado una canción de este estilo, y, wow, el resultado es para quitarse el sombrero. Su baile... correcto... dejémoslo ahí. Me da a mí que en las Nationals podríamos ver a Finn bailar, lo cual puede ser un auténtico desastre o toda una sorpresa. En cualquier caso, no creo que eso suceda. Tienen que hacerse fuertes en lo que saben hacer y hacen bien, y no empezar a experimentar con cosas raras, don't you think so?
¿Alguien dijo más canciones? No seré yo quien os lo niegue. Y es que con la vuelta de Kurt al McKinley (¡Todos en pie ahora mismo, aplaudan!), asistimos a un regreso pero también a una despedida. Los Warblers de Dalton quieren despedirse como mejor saben: cantando. Somewhere only we know, de Keane. Admito que me costó lo mío adaptarme a los Warblers, demasiado sectarios y monoblaineáticos para mi gusto, pero se han portado con Kurt mejor de lo que lo han hecho la mayoría en el instituto e incluso en New Directions. Adiós y hasta la vista, Warblers (no digo "hasta pronto" porque tampoco es plan, con que aparezcan un par de veces la próxima temporada me basta y me sobra).
Y, como no podía ser de otra manera, Kurt vuelve y... canta. (¡Alex, pesao, sólo hablas de las canciones!). Pero esta es especial, de las que me gustan a mí, de musical clásico puro y duro. As if we never said goodbye, de Sunset Boulevard. La piel de gallina, amigos. Y eso que la canción es larguita. Pero la vuelta del personaje más carismático de la serie bien lo merece. (Abro paréntesis para decir que este año Chris Colfer y Naya Rivera deberían ganar los Emmys a mejores secundarios). A lo que iba: una vuelta triunfal.
Sabemos que Quinn se operó la nariz. Y ahora Rachel va camino a hacer lo mismo. Pero, ¡ey!, ¿no sería eso un insulto hacia su queridísima, idolatrada y venerada Barbra Streisand? Con la operación podrá tener una nariz less hebraic and more Fabray-ic, como ella dice, pero estaría traicionando sus orígenes y su amor propio. Así que, ni cortos ni perezosos, le montan una especie de flashmob con el tema Barbra Streisand, de Duck souce. Convincente incluso para mí, que ni tengo nariz grande ni pensaba operármela en la vida. Pero como nunca se sabe, si llega el día me pondré esta canción.
Nos acercamos poquito a poco al final, así que toca ir superando las imperfecciones de cada uno. Si a alguien le queda aún algún trauma, tiene un par de párrafos antes de acabar la review para quitarse las tonterías de la cabeza. Mirad a Emma, por ejemplo, que se pasa 48 de los 50 minutos de terapia desinfectando el sillón. Trastorno Obsesivo Compulsivo a la vista. La ardillita Emma se defiende diciendo que ella es así y así es como debe ser, a lo que la psicóloga le replica: "Si un alumno de tu escuela te dice que tiene diabetes, ¿le darías insulina o le dirías: ¡Hey! Así es como se supone que eres?".
Y empezamos con el desfile de camisetas. Y es que Santana ha puesto en la suya Bitch ("la leyenda dice que cuando salí de mi madre le dije a la enfermera que estaba gorda"), pero Brittany ha preparado otra para ella: Lebanese. Sí, amigos, lo que quería poner era Lesbian, pero ya se sabe que Brittany lo tiene casi todo menos el don de la inteligencia (ya lo dice su camiseta: I'm with stoopid). ¡Cómo me gusta la pareja Santana-Brittany! ¿La mejor de la serie? Es verdad que ahí tenemos a Rachel y Finn, destinados a estar juntos, o incluso a Mike y Tina, que discretamente y desde un segundo plano han formado la pareja más estable de todas. Pero lo de estas chicas es tan tierno, tan sincero, tan real. Tengo fe absoluta en que acaben juntas. Y si no, que tiemble Ryan Murphy...
Y como despedida y a modo de conclusión, cómo no, Born this way. Y es que si algo hemos aprendido en este capítulo es que tenemos que aceptarnos en lo bueno y en lo malo, en las duras y en las maduras. Una canción brillante, un número brillante y un final de capítulo brillante. No sé qué escribiríais en vuestras camisetas, pero en la mía pondría: Retrasado con las reviews. Ups, lo siento...
Pero Rachel no es la única que se avergüenza de algún atributo de su cuerpo. Que lo explique Santana, que lo hace mucho mejor que yo y es mucho más guapa. ¡Y tiene para todos! A Rachel: "he oído que Rachel tiene una nariz un poco grande. Quiero decir... no lo sé, porque, como Medusa, intento evitar el contacto visual con ella". Y más adelante: "quizás a Rachel no le importe tener un pico enorme, quizás lo necesita para romper semillas duras". A Sam: "Estoy segura de que Sam ha ido al médico y le ha pedido panfletos sobre reducción de boca". A Artie: "Probablemente Artie haya pensado en amputarse las piernas ya que de todos modos no las usa". A Tina: "Estoy definitivamente segura de que Tina ha considerado someterse a una desinclinación de ojos". Y la mejor de todas, para Finn: "Tienes pezones raros, hinchados y piramidales, parece que estén rellenos de natillas o que podrías espolvorearlos con azúcar glaseado y podrían pasar por algún tipo de postre". Wow! Cómo reparte la muchacha, ¡canela fina! Pero es que sobre eso va la lección de hoy: sobre la aceptación de uno mismo. Y qué mejor para ello que la reina del amor propio: Gaga.
No es la única que se apunta al carro de las posibles reinas del baile. Lauren también quiere, y su plan pasa por derrocar a la gran favorita: Quinn Fabray. ¿O deberíamos decir Lucy Quinn Fabray? O aún mejor: ¿Lucy Caboosey? Todos escondemos secretos (salvo yo, claro está, esa colilla no era mía ni por asomo, alguien debió ponerla ahí).
El siguiente número lo protagoniza Finn: I've gotta be me, versionando a Sammy Davis Jr. ¡Impresionante! Finn nunca había cantado una canción de este estilo, y, wow, el resultado es para quitarse el sombrero. Su baile... correcto... dejémoslo ahí. Me da a mí que en las Nationals podríamos ver a Finn bailar, lo cual puede ser un auténtico desastre o toda una sorpresa. En cualquier caso, no creo que eso suceda. Tienen que hacerse fuertes en lo que saben hacer y hacen bien, y no empezar a experimentar con cosas raras, don't you think so?
¿Alguien dijo más canciones? No seré yo quien os lo niegue. Y es que con la vuelta de Kurt al McKinley (¡Todos en pie ahora mismo, aplaudan!), asistimos a un regreso pero también a una despedida. Los Warblers de Dalton quieren despedirse como mejor saben: cantando. Somewhere only we know, de Keane. Admito que me costó lo mío adaptarme a los Warblers, demasiado sectarios y monoblaineáticos para mi gusto, pero se han portado con Kurt mejor de lo que lo han hecho la mayoría en el instituto e incluso en New Directions. Adiós y hasta la vista, Warblers (no digo "hasta pronto" porque tampoco es plan, con que aparezcan un par de veces la próxima temporada me basta y me sobra).
Sabemos que Quinn se operó la nariz. Y ahora Rachel va camino a hacer lo mismo. Pero, ¡ey!, ¿no sería eso un insulto hacia su queridísima, idolatrada y venerada Barbra Streisand? Con la operación podrá tener una nariz less hebraic and more Fabray-ic, como ella dice, pero estaría traicionando sus orígenes y su amor propio. Así que, ni cortos ni perezosos, le montan una especie de flashmob con el tema Barbra Streisand, de Duck souce. Convincente incluso para mí, que ni tengo nariz grande ni pensaba operármela en la vida. Pero como nunca se sabe, si llega el día me pondré esta canción.
Nos acercamos poquito a poco al final, así que toca ir superando las imperfecciones de cada uno. Si a alguien le queda aún algún trauma, tiene un par de párrafos antes de acabar la review para quitarse las tonterías de la cabeza. Mirad a Emma, por ejemplo, que se pasa 48 de los 50 minutos de terapia desinfectando el sillón. Trastorno Obsesivo Compulsivo a la vista. La ardillita Emma se defiende diciendo que ella es así y así es como debe ser, a lo que la psicóloga le replica: "Si un alumno de tu escuela te dice que tiene diabetes, ¿le darías insulina o le dirías: ¡Hey! Así es como se supone que eres?".
Y empezamos con el desfile de camisetas. Y es que Santana ha puesto en la suya Bitch ("la leyenda dice que cuando salí de mi madre le dije a la enfermera que estaba gorda"), pero Brittany ha preparado otra para ella: Lebanese. Sí, amigos, lo que quería poner era Lesbian, pero ya se sabe que Brittany lo tiene casi todo menos el don de la inteligencia (ya lo dice su camiseta: I'm with stoopid). ¡Cómo me gusta la pareja Santana-Brittany! ¿La mejor de la serie? Es verdad que ahí tenemos a Rachel y Finn, destinados a estar juntos, o incluso a Mike y Tina, que discretamente y desde un segundo plano han formado la pareja más estable de todas. Pero lo de estas chicas es tan tierno, tan sincero, tan real. Tengo fe absoluta en que acaben juntas. Y si no, que tiemble Ryan Murphy...