Cory Monteith, actor canadiense que da vida a Finn Hudson en la serie "Glee", ha confesado en la revista Parade su pasado como adicto a las drogas cuando era adolescente. Cory, de 29 años, llegó a sumergirse tan profundamente en ese mundo que llegó a temer por su vida.
A la edad de 13 años, ya bebía y fumaba en abundancia, lo que le ocasionó graves problemas. A los 16, cuando dejó la escuela para no volver, había pasado por 12 colegios distintos.
"Quemé muchos puentes, estaba fuera de control. Tenía un problema serio con las drogas."
Su familia y amigos llegaron a temer tanto por él que le hablaron muy seriamente cuando tenía 19 años: "En ese momento entré por primera vez a rehabilitación. Hice el intento, pero cuando salí continué haciendo lo mismo de antes." Sólo tras tocar fondo decidió terminar con aquel modo de vida.
"Robé una significativa cantidad de dinero a un miembro de la familia. Sabía que me atraparían, pero estaba tan desesperado que no me importaba nada. Fue una llamada de socorro. Me enfrenté a ello y confesé que había sido yo. Fue lo primero honorable y sincero que hice en ese tiempo, lo primero que había salido de esa forma de mi boca en años."
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